Cuando llegas al segundo embarazo es inevitable comparar, da igual el tiempo que haya pasado entre uno y otro, tu mente vuelve atrás irremediablemente. Hoy he querido plasmar algunas de esas similitudes y diferencias entre ambos, al menos la que he vivido por ahora;
Me recuerdo mas soñadora en mi primer embarazo, mi mente no paraba de dar vueltas a cómo sería el bebé, a cómo sería todo una vez diera a luz, a las cosas que haríamos. Hoy poco queda a la imaginación y a la suposición o mas bien tenemos los pies mas en la tierra. Te sigues preguntando cómo será tu bebé pero anticiparte a lo que vas a hacer una vez nazca es una quimera y cuenta siempre con el hecho de que rara vez se repetirán las situaciones que se dieron con tu primer hijo.
En mi caso, siendo el segundo hijo también varón y naciendo previsiblemente en la misma época del año, en lo que se refiere a las compras he de decir que muy pocas. Ya lo tienes todo o casi todo así que todo ese tiempo que dedicamos a hacer compras en el primer embarazo esta vez nos lo ahorramos. No así el tiempo que tenemos que dedicar a reorganizar y preparar la casa para el nuevo miembro.
¿Consejos?, gracias, serán bien recibidos pero ya no te sentirás tan insegura. Esa experiencia vivida nos da una tranquilidad envidiable. Posiblemente y con toda seguridad el nuevo bebé te traerá nuevas y distintas situaciones y preocupaciones, pero ya cuentas con mucho rodaje y paciencia. Sabes a quien acudir cuando necesitas consejo y, sobretodo, sabes qué consejos tomar y cuales dejar pasar.
Te seguirás preguntando como será, a quien se parecerá y cómo encajará en la familia el nuevo bebé. Si lo querrás tanto como quieres a tu primer hijo, si hay hueco en el corazón para un amor tan inmenso. Esto te llevará al siguiente punto, a tu gran preocupación durante el segundo embarazo;
La gran preocupación, la que te quita el sueño y ocupa el primer lugar de tus inquietudes junto con tu preocupación porque el nuevo bebé venga sanito, es la de tratar de hacer la llegada del pequeñín lo mas placentera y natural posible para tu primogénito. Lo adoras y no quieres que sufra por nada del mundo.
Dispones de menos tiempo y tu otro hijo te mantiene muy ocupada.
Te preguntas si tendrás tiempo para todos, ya no para ti sino para los demás miembros de tu familia. Posiblemente lo tengas, sobretodo para los demás puesto que solemos dejarnos a nosotras mismas para el último lugar.
La preocupación y la incertidumbre son cuestiones que se repiten en los embarazos y no es de extrañar, pues son parte inherente de ser madre. ¿Cual ha sido o está siento tu experiencia?.
La preocupación y la incertidumbre son cuestiones que se repiten en los embarazos y no es de extrañar, pues son parte inherente de ser madre. ¿Cual ha sido o está siento tu experiencia?.