Muchos y muy variados son los métodos de enseñanza existentes y muchas y muy variadas son las opiniones que existen al respecto. Casi tantas, estas últimas, como padres hay. Unos opinan que la enseñanza tradicional es lo mejor, otros prefieren dejar fluir el yo interior de sus hijos a su tiempo y a su propio ritmo, otros opinan que la mejor educación se las pueden dar ellos mismos y así un largo etcétera.
Personalmente creo que la influencia del método escogido afectará en mayor o en menor medida según las edades. Realmente, cuando hablamos de bebés creo que son tantas las cosas y los conceptos que hay por aprender que sinceramente, lo mas importante no es el método sino el amor con el que se imparte. De nada sirve escoger el mejor método cuando el profesor que ha de impartirlo no lo hace con cariño, por ejemplo.
Mi intención no es hablar sobre los métodos de enseñanza, ni tan siquiera sobre la edad adecuada para ellos. Quisiera hablar sobre ese primer profesor. Esos primeros profesores tan queridos y luego tan olvidados, pues los niños son aún tan pequeños que con el tiempo acaban perdiendo ese recuerdo.
Quisiera mantener ese recuerdo en mi hijo, el de su primera profesora, aquella que además sintonizó tan bien con él que hoy aún no la ha olvidado a pesar de que ella ya no está en la guardería.
Sandra, la primera, la que nos sigue llamando a casa preguntando por él y que lo añora a pesar del tiempo transcurrido. Siempre serás su primera profesora y muy querida. Queremos que sepas que fuiste parte importante del desarrollo del pequeñín en ese momento, que contribuiste a formar esa base sólida que está adquiriendo simplemente haciéndolo tan feliz, con todo lo que ello implica. Así, tan sencillo y tan difícil de conseguir. Te estamos inmensamente agradecidos.
Gracias a ti y a todas las "Sandras" que están repartidas por el mundo, esos primeros profesores que hacen de su trabajo una gran labor y que a la vez hacen de nuestros pequeñines unos seres tan GRANDES.
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Su profesora desde que cumplió un año hasta que cumplió los dos añitos. |