miércoles, 13 de julio de 2011

Cinnamomum Verum


No podía dejar pasar la ocasión de hacer mención especial de la canela (Cinnamomum Verum). Su aroma y su sabor son de mis preferidos por no hablar de los efectos beneficiosos que posee. La canela tiene la capacidad de evocar momentos placenteros en mi, de traerme recuerdos de momentos especiales o no tan especiales y a su vez de darme esa especie de felicidad instantánea. Es uno de los elementos que siempre tengo presente cuando pienso en qué cosas me hacen feliz. Porque sí, soy de esas personas a las que le gusta lo sencillo, la simplicidad de lo hermoso o la hermosura de lo simple, y no necesito mas para saborear esos momentos preciosos.
 Levantarse por las mañanas y tener ese rato para degustar un buen capuccino con su toque de canela... Mmmm... sabrosa combinación la del café y la canela. Una mañana con aroma a café y a canela es grandiosa...y muchas mañanas son un regalo divino!


Y qué decir de los famosos rollos de canela (cinnamon rolls) que automáticamente me transportan a otro país donde viví y donde encontré otras formas de combinar la canela y más momentos de felicidad instantánea. Si es que lo importante no es el donde...es la canela!!


La lista de combinaciones es innumerable y no es mi intención hacer una enumeración de todas ellas sino explicar la sensación que produce. Pero sí tiene un atributo por el que le estoy muy agradecida. Atributo dudoso, debo decir, porque hasta ahora está avalado únicamente por la tradición y el boca boca popular.
A principios de mi embarazo, estando yo en el pueblo donde nació mi padre, una señora me dijo que cuando me pusiera de parto (que sin duda lo sabría cuando llegara el momento), me tomara una infusión de canela, una "agüita de canela" me dijo, y que eso haría que no tuviera muchos dolores de parto
Pues bien, casi no tuve dolores de parto, soy consciente de que tuvieron que influir un montón de factores y entre ellos todo el deporte que practiqué durante mi embarazo pero lo cierto es que confío en que la canela hizo su labor. Curiosamente no he encontrado documentación escrita al respecto. Son de esas "recetas de la abuela", que se van pasando de generación en generación.



Recientemente he leído, que uno de los beneficios medicinales que proporciona la canela es que cuando existen abrasiones o quemaduras en la lengua por comer o tomar cosas calientes, la barra de canela se chupa o lame para sedar el dolor y cicatrizar las papilas gustativas. Este beneficio si está escrito, habrá que probarlo pues aunque no es tan espectacular como el anterior lo cierto es que resulta muy útil.


Y ahora, tú, que estás leyendo estas líneas tómate un descanso, prepárate un rico capuccino o una infusión con su canela y degústalo escuchando esta canción tan apropiada. Y, ¡ay! cuida de no quemarte la lengua, aunque si se diera el caso ya sabes qué solución tomar... ;)



martes, 12 de julio de 2011

Soy Mamá

Soy mamá...tengo un hijo...




Mi hijo dentro de poco cumplirá los once meses y yo todavía tengo momentos de auténtico asombro al decir SOY MAMÁ. Y no es porque sea mala madre sino, mas bien, por falta de costumbre, porque es algo tan nuevo. Después de todo, hasta ahora mamá era mi madre y ella tenía la exclusiva, en nuestro pequeño núcleo familiar, claro.
Pues bien, como decía, mi hijo está próximo a cumplir los once meses y no ha sido hasta ahora que he empezado a encontrar mi propio yo, no, no estaba perdida, mas bien estaba ocupadísima en un montón de prioridades que no me incluían a mí misma. A estas alturas puedo decir que mi hijo está al día en todo, mi marido también y todo el resto de cosas, el resto de cosas, pues no. Del resto de cosas he hecho lo básico para seguir avanzando pero poco mas. No es que no salga, si lo hago, y mucho, pero no me arreglo como antes. No es que no haga nada en casa, lo hago, y está limpia, y cocino y lavo pero los armarios aún tienen ropa de cuando estaba embarazada.
En conclusión, que para que yo despertara todo tenía que pasar por encontrarme a mi misma, empezando por bajar esos kilitos de mas para sentirme mejor, que no es plato de buen gusto el abrir el armario y no encontrar nunca qué ponerte. Y como siempre me he negado a comprarme ropa cuando estoy pasada de peso pues no queda otra. 
No formo parte de las famosas ni de las no tan famosas, que recuperan la figura según dan a luz, y nunca falta la que te dice que incluso después del parto se quedó mas delgada que cuando se quedó embarazada y te intenta mirar con pena. Y digo intenta porque solo es intención, yo no dejo que se convierta en nada mas. Si no he bajado esos kilitos de más es porque simplemente no me lo he propuesto y porque para mi, no era el momento. Ahora sí lo es y estoy contenta con ello. Bueno, me lo propuse una vez, poco después de la cuarentena y durante la lactancia. Lo dejé, por esos días no habían rutinas para mí, y los tiempos los marcaba mi hijo y contenta me entregué a ese momento. 
Y que nadie se ofenda, el hecho de no tener tiempo no te hace mala madre. A algunas les da tiempo de todo, ser madrazas, ir de punta en blanco y quedar como una sílfide después del parto. Cada uno con sus circunstancias y nadie tiene libro de instrucciones, nos guiamos por nuestra intuición y por lo que nos aconsejan otros.
Hoy, mi hijo es tan feliz y risueño que doy gracias por haber tenido el tiempo y la predisposición para poder darle todo lo que necesitaba y más.
Estando así las cosas, y sin dejar de atender a mi hijo, a mi marido y a todo lo demás, por fin estoy incluyéndome yo en todo ello, mi yo completo. 

sábado, 2 de julio de 2011

El Arte de Ser Mujer

Siempre he creído en la fortaleza de la mujer, en su amplia capacidad para enfrentarse a muchas cosas. Pero es increíble la cantidad de estas fortalezas que existen y que pueden convivir juntas dentro de una misma mujer y aún así, ni siquiera la elevada cantidad de ellas nos asegura que ningún flanco quede al descubierto.

Muchas mujeres son tan fuertes sin saberlo y sin embargo son tan conscientes de su debilidad, que es este mismo hecho el que las hace tan frágiles. Mujeres que a simple vista imponen, mujeres que parecen estar dotadas de un gran carácter y que a nada que asomes tu mirada en ellas te das cuenta de que todo esa estructura se desmorona dejándolas en cueros. Una estructura sin una base sólida, sin pilares sólidos en los que apoyarse.

Si tan sólo pudieran borrar sus complejos, sus frustraciones, sus amarguras y centrarse mas en ellas, en su positividad y en sus fortalezas como mujer. Qué vida tan distinta vivirían, cuánta felicidad conocerían tan alejadas de la injusticia que supone el sufrimiento infligido por uno mismo.
El Arte De Ser Mujer...