Hay mañanas en las que por muy perdida que vayas en tus pensamientos es inevitable reparar en el humor de los demás en cuanto sales por la puerta de tu casa. Y digo inevitable porque ese humor no se lo guardan para sí sino que lo reparten a raudales entre todo aquel que les rodea. Hablo del mal humor, el bueno ya lo llevo yo cuando salgo de casa y de mi depende luego mantenerlo y no dejarme llevar por la negatividad de otros.
Por desgracia, no se puede estar pletórico las 24 horas del día pero sí que se puede tratar de no descargar nuestra negatividad sobre los demás. Si es que al final no la descargas, sino que contagias a otros y luego te viene multiplicada de vuelta (y esto vale para el buen humor también, claro está). De igual manera, no todos los días tiene una la misma fortaleza como para poder esquivar el golpe y terminas cayendo sin darte cuenta en la telaraña de los malos humores. Menos mal que ver a mi peque siempre me saca de ese aturdimiento...
Ojalá todos los días fueran, para nosotros los adultos, iguales a como reciben a mi peque en la guardería. Siempre con una sonrisa y una calurosa acogida. O como cuando vas a un parque de atracciones infantil. ¿Alguien ha ido a Disney World?. ¡Dios mío! qué es lo que hay que hacer para que todos a tu alrededor estén felices y dichosos? ¿pagar?.
Oigan, que tampoco pretendo que haya un festival permanente a mi alrededor pero cada uno sus frustraciones que se las lime en privado y así hacemos la vida mas llevadera a los demás... De Malos Humores Hablo...¡He dicho!
Y todo esto por unos taxistas con los que me topé esta mañana, mientras llevaba al peque a la guardería, que debieron levantarse hoy con el pie izquierdo.
Vi tu comentario en mi blog y me decidí a visitarte, en buena hora, porque me ha encantado terminar el día con un poquito de humor gracias a ti. Un saludo!
ResponderEliminarMe alegra que así haya sido... ;). Bienvenida!
ResponderEliminarHola Yaneth:
ResponderEliminarEfectivamente, hay veces que es mejor no cruzarse con alguien que está de mal humor. Pero las mamás felices no podemos contagiarnos de esa negatividad y hay veces que es mejor tomar aire y tener paciencia para no vernos afectadas.
Gracias por tu reflexión, que nos sirve, como dice Moukish, para transmitirnos un poco de buen humor.
¡Un saludo de las Madres Felices!
Hay que verlo con humor porque si no terminamos amargadas el resto del día. Otro saludo! ;)
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