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lunes, 26 de septiembre de 2011

Individualidad



¿Qué podemos esperar del comportamiento de nuestros hijos si nosotros mismos no sabemos encauzarlos?. Actos que tomamos por insignificantes son actos que a la postre tienen sus consecuencias.

Últimamente he estado reflexionando sobre donde está el límite de la "amistad" con nuestros hijos. En mi opinión, hay personas que son excesivamente permisivas con la excusa de esa "amistad". Personas que tienen hijos adolescentes y que creen que aceptando a cada novi@ que tienen, incluyéndolo en la familia como uno mas a las primeras de cambio, permitiendo con aceptación total los intercambios de afecto entre los dos adolescentes e incluso viendo como se abren una cuenta común en alguna red social con el nombre de ambos en la que la foto de perfil es de ellos dándose un "señor morreo" y donde los padres forman parte de los amigos en esa cuenta. Engañándose a ellos mismos porque piensan que mientras lo hagan delante de ellos y con su permiso no harán cosas peores a escondidas....

Es que ya ni siquiera me voy a ocupar de las cosas que puedan o no hacer a escondidas sino del simple hecho, que puede pasar inadvertido, de que se creen esa cuenta conjunta donde todo lo comparten; fotos, amigos, padres, mascotas, vidas.... Por qué no enseñarles a nuestros hijos un poco de individualidad?, mas allá de la pareja estás tu mismo como ser humano, hay situaciones en la vida que hemos de hacerlas solos, como individuos; nacer, morir y en medio de ambas hay todo un abanico de opciones. ¿Por qué no ayudarles a preparar su recurso de individualidad para lo que nos está por llegar? y de qué mejor manera que empezando por los pequeños detalles. Que entiendan que con pareja o sin ella tú eres tú y hay que mantener esa parcelita siempre. Nos sirve de tanta ayuda el tener ese espacio dentro de nosotros... nos sirve para reflexionar y nos ayuda a tomar decisiones y para reforzar nuestro yo interior, nuestra autoestima y eliminar la dependecia absoluta de otra persona. Es algo tan importante y que para otros pasa tan desapercibido...

Lo de crearse una cuenta ha sido un ejemplo, pero es que hasta no hace tanto no existían estas redes sociales pero se fomentaba esta "amistad permisiva" y se sigue haciendo de otras maneras. Y lo mas curioso de todo esto es que la amistad permisiva muchas veces tienen su razón de ser en el control total que queremos tener sobre nuestros hijos disfrazando así dicho control en amistad.

Luego, cuando la relación se rompe, porque se romperá, no nos engañemos. Son adolescentes, aún tienen que pasar por tantas experiencias que le ayudarán en un futuro a ser quienes llegarán a ser, todos hemos pasado por eso. Pues bien, cuando la relación se rompe, se rompe el perfil en la red social y se rompe esa dependencia y en medio de la rabia y la frustración o simplemente desde la desgana se crearán un nuevo perfil individual donde la primera anotación será, por poner un ejemplo: "Mejor sol@ que mal acompañad@", cuando lo cierto es que la soledad es una opción que le han enseñado a plantearse como último remedio, como algo resignado. Donde está ese padre amigo que enseñe a su hijo que ante todo somos personas individuales y que la soledad es buena usarla como un recurso y no como lo único que nos queda a lo que aferrarnos?.

Tendríamos tanto andado si simplemente les enseñáramos eso....

Esta reflexión no carga en contra de los padres permisivos, ni contra las redes sociales y ni mucho menos contra las parejas enamoradas sino contra la crianza totalmente dependiente que fomentamos sin querer o sin ser conscientes de ello y que a la larga repercuten en nuestro ser individual desplegándose en un sin fín de complejos sin fundamento. Y es que todos tenemos una individualidad. Es como tener un campo: se la puede trabajar y hacer surgir una gran riqueza o se la puede abandonar.