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jueves, 18 de julio de 2013

Reseña: "En El País De La Nube Blanca"


Comenzamos nueva trilogía aunque cambiamos de género, esta vez, nos adentramos de lleno en la novela histórica. Se trata de de la Trilogía de la Nube Blanca de Sarah Lark. Hoy les traigo el primer volumen, "En El País De La Nube Blanca"

Son muchos los elementos cautivadores de esta saga familiar ambientada en el siglo XIX. Entre los primeros colonos ingleses que llegaron a Nueva Zelanda se encuentran nuestras protagonistas. Las mujeres y cómo han de enfrentarse ante lo que les depara el futuro en este nuevo entorno y con los arquetipos de la época son la pieza angular de este primer libro. Una historia muy bien narrada y documentada. 

He de reconocer que al principio me pareció algo lento y denso pero una vez fueron presentados los personajes y sus circunstancias, todo cambió. Para que se hagan una idea la temática y la forma de contarlo me ha parecido que está a medio camino entre "Australia" y "Lo que el viento se llevó" sin la profundidad histórica de esta última, claro está, pues la Nueva Zelanda del momento es un país virgen poblado tan sólo por tribus maoríes. Nueva Zelanda es el país de la nube blanca.

Además, Sarah Lark ha sabido plasmar de forma soberbia la realidad de la mujer de la época en cualquiera de los estratos sociales a los que perteneciera resaltando siempre el espíritu de lucha que la caracteriza independientemente del lugar donde se encuentre. A pesar de tratarse de siglos atrás la afinidad que adquieres con las protagonistas es máxima. 
A través de Sarah Lark conocemos también la flora, la fauna y la grandeza de este país y nos lleva de la mano a conocer la cultura de las tribus que lo habitan.

Se trata de una novela  muy bien trazada y llena de personajes a los que sentirás apego, un muy buen comienzo para una trilogía llena de páginas por descubrir y altamente recomendable.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Reseña: "El Libro De La Alquimista"



Lena Valenti, tras "El Libro De Miya", nos ha sorprendido con un nuevo libro de la Saga Vanir, "El Libro De La Alquimista".

He de reconocer que muy al contrario de lo que suele suceder con esta saga, al comienzo me sentí algo perdida. Normalmente Lena no se enreda tanto en los resúmenes pero claro, estamos ante el sexto libro de la saga y ya son muchos datos, muchos personajes. Y no nos equivoquemos, Lena Valenti no desatiende nunca los contenidos. Para sus seguidoras, que somos ya muchas, quizás han sido muchas hojas las dedicadas a resumir pues conocemos los detalles al dedillo aunque, por otro lado, se entiende que lo haga especialmente cuando se trata de resaltar los hechos importantes.

Tras los convenientes resúmenes se abren un montón de nuevos sentimientos en una nueva historia sin descuidar nunca, y esto es muy propio de Lena, las anteriores. Automáticamente te pones en la piel de los protagonistas, los sigues hasta el final, vives con ellos sus sentimientos todo el tiempo. Lloras, ríes y te emocionas.
Es muy fácil vivir los personajes porque la autora los muestra sin tapujos, los disecciona y te explica sus sentimientos y sus por qué. Si tienes alguna duda, ella te la resuelve incluso antes de que te la plantees a través de los pensamientos de sus personajes haciendo que sigas confiando y seas parte de su historia.

Se analizan valores y carencias en cada personaje, especialmente en los femeninos. Es lo que me gusta de Lena Valenti, imprime seguridad y fortaleza a las mujeres que crea y les aseguro que hay protagonistas para todos los gustos con los cuales sentirte identificada.

Como siempre, el libro tiene muchos toques de humor espontáneo e inesperado. Y además hay algo inequívoco y certero; he reído y he llorado. Indudablemente, los mejores momentos emotivos y con mas fuerza los he vivido con este libro. De hecho, lloré durante casi toda la cuarta parte del libro. ¡Bravo Lena Valenti!, lo has vuelto a hacer...

Por primera vez, uno de los protagonistas, en este caso el masculino, está por encima de todas las dudas. Cahal tiene absoluta seguridad en sí mismo y da pasos certeros desvelándonos en todo momento y con honestidad lo que hará y en qué desencadenarán sus actos. Todo un reto para una escritora, les explico por qué. El hecho de que Cahal vea con esa clarividencia todos los acontecimientos y además se anticipe a ellos hace que el factor sorpresa sea eliminado de la ecuación y parezca que la historia pierda frescura, sorpresa. No hay misterio, no hay intriga. Y aquí viene lo maravilloso, el gran descubrimiento.

Con Lena Valenti descubrimos que no se pierde la esencia de un libro y ni mucho menos el interés por él, por el mero hecho de que los propios personajes desvelen los hechos, no cuando la forma en que lo narras resulta ser un arma poderosa y certera. El resultado ha sido magnífico e intenso, muy intenso.

Les recomiendo muchísimo la Saga Vanir, tanto a los amantes de este género como a los que quieren hacer sus primeras incursiones.


martes, 12 de junio de 2012

La Perfecta Esposa

Carnaval de blogs: Como ser esposa y no morir en el intento

Preguntas como: ¿cómo ser una esposa perfecta? o aseveraciones del tipo: "Cómo ser esposa y no morir en el intento" me producen la misma incómoda reacción que cuando llaman a casa preguntando por "La señora de la casa". Imagino que es esa necesidad de no doblegarnos, ese rugido interior que surge cuando queremos proteger nuestro estatus recién conquistado y, sobretodo, esa herencia que nos llega a lo largo de toda la historia.

Éste carnaval de blogs me ha dado la oportunidad de ahondar mas en este sentimiento de incomodidad y desagrado que me embarga.

Para empezar, estamos deacuerdo en que si me caso soy esposa, de eso no hay duda. Pero es ese protagonismo, esa unilateralidad heredada la que principalmente me molesta. Un protagonismo muy poco fructífero, tan mal recompensado y totalmente marcado por dosis desmesuradas de machismo que por cierto, y no nos equivoquemos, muchas veces hemos fomentado nosotras mismas las mujeres. 

Se me viene a la cabeza aquella guía para la perfecta esposa a la que ahora no le vería mayor problema, con salvedades claro, si se dedicara por igual al perfecto esposo. Quién sabe, a lo mejor la fórmula hubiese funcionado mejor de haber tenido ambos géneros el mismo protagonismo... o no!




Y qué decir de aquel libro titulado "Enfermedades y trastornos en la vida conyugal" escrito por un tal Dr. Vander (¿realmente sería doctor?) donde él mismo entre otras perlas nos daba unas pautas sobre cómo ser 100% femenina.



Vaya, para uno que le dedica los mismos capítulos al género masculino y resulta que tampoco convence. Eso de separar al hombre y a la mujer por roles y estereotipos definitivamente no está nada bien visto. Además del hecho de que, no se por qué, las mujeres casi siempre salimos perdiendo en las comparativas.


Siguiendo la estela de "doctores ilustres" en el tema, esta vez un psicólogo estadounidense, el doctor George W. Crane elaboró un test con el que pretendía ayudar a los maridos a determinar cuán perfecta era su mujer. El test consistía en dos bloques bien diferenciados, uno para virtudes y otro para defectos, con 50 supuestos cada uno y un valor de un punto salvo en los casos en los que se especifique una mayor puntuación. Finalmente, se obtendría la puntuación total restando el valor de los defectos al de las virtudes. Les transcribo los doce primeros puntos de este test tan "modélico":


Virtudes:
1. Es buena anfitriona, incluso con los visitantes inesperados.
2. Tiene siempre la comida a punto.
3. Es capaz de participar en conversaciones interesantes.
4. Sabe tocar instrumentos como el piano, el violín…
5. Se viste para desayunar.
6. Es una buena ama de casa, limpia y ordenada.
7. Acuesta personalmente a los niños.
8. Nunca se acuesta enfadada y se maquilla antes de irse a la cama (5 puntos).
9. Toma en cuenta la opinión del marido antes de tomar decisiones o realizar compras importantes.
10. Buen sentido del humor, alegre y jovial.
11. Acude a misa y lleva a los niños con ella (10 puntos).
12. Deja dormir al marido hasta tarde los domingos y vacaciones.

Defectos:
1. Tarda en irse a la cama. Suele esperar a que el marido se duerma.
2. No le gustan los niños (5 puntos).
3. Falla con frecuencia a la hora coser botones o zurcir bolsillos.
4. Se pasea con vestidos sucios o delantales por la casa.
5. Se pinta las uñas de color rojo.
6. Destaca por su impuntualidad (5 puntos).
7. Deja las costuras de la maguera siempre torcidas.
8. Se va a la cama con rulos o con demasiada crema facial.
9. Pone sus pies fríos sobre los de su esposo para calentarse.
10. Es una ‘conductora de asiento de atrás’.
11. Flirtea con otros hombres en fiestas o restaurantes (5 puntos).
12. Es desconfiada y celosa (5 puntos).
Así, por encima, desde ya les digo que mi valor final es negativo fijo.

Y quien no tiene en mente aquellas imágenes de los años 50 cuando se habla de la esposa perfecta, estupenda y feliz con sus mejores galas y peinado de peluquería (no olvidemos tampoco los zapatos de tacón) mientras hace todos y cada uno de los quehaceres del hogar.




¿Cómo no recordarlas?. Si es que hasta envidia dan porque, después de todo, su mérito tienen, sin ir mas lejos yo siempre cojo mi ropa mas raída para hacer la limpieza (vaya, esto es un punto menos en el test) y si ya ir a la peluquería cada dos meses me supone todo un proceso logístico no quiero pensar lo que sería ir una vez a la semana como mínimo. ¡Ay, no! que éstas esposas debían ser tan estupendas y perfectas que seguro que el trabajo de peluquería se lo hacían ellas mismas...
Me pregunto si alguna de esas mujeres consiguió realmente ser feliz en esa tesitura. ¿Habrán funcionado todo ese marketing, manuales, guías, tests y reglas de oro?. Doy por hecho que no, si no seguiríamos con ese "modelo".


Su lógica tiene el hecho de que haya proliferado tanto su versión sarcástica en la época actual de la que, por cierto, me considero una gran fan. Es lo que tiene sacar un enorme negativo en el test, será por eso que le damos rienda suelta al sarcasmo...


"Mami, ¿cuando puedo darle a papi su tarjeta de felicitación por el día del padre?". "El  jueves, cuando traiga la leche".

¿Qué cuales son mis salvedades? pues que no creo que exista una guía que les vaya bien a todos. Que cada uno tiene su propia fórmula y que hay elementos comunes en su mayoría; amor, comunicación, respeto, flexibilidad... Pero que cada uno le da su toque particular, con sus virtudes y sus defectos.
Que para mi no hay esposa perfecta sino mujer feliz y que no todo el mundo es feliz de la misma manera.