Tal vez porque cada día es "el día internacional de algo" se tiende a restar importancia al día en sí. La intención inicial, que es la de proponer un día para conmemorar o recordar algo importante, se acaba distorsionando. Hoy me siento así. Por todas partes se felicita a la mujer pero tengo la sensación de que es algo somero, superficial y carente de toda esa profundidad por la que ha sido señalado este día en concreto.
Tal día como hoy, en 1977, la Asamblea General de la ONU proclamó el 8 de Marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Es decir, en este día, se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
Mi concepto de mujer es grande, es hermoso y sobretodo es fuerte. Hay muchos tipos de mujeres y todas preciosas, unidas, conseguiremos nuestros objetivos. La unión y el respeto son la base.
Gracias a muchas otras mujeres hemos llegado hoy hasta aquí y aún queda mucho por lograr. Por eso me siento incómoda cuando se celebra el día como un festejo cuando en realidad estamos reivindicando una lucha, estamos agradeciendo y continuando la labor que muchas otras mujeres comenzaron por nosotras. Gracias a ellas este mundo ya no es un mundo solo de hombres.
Hoy quiero hacer un breve repaso para recordarlas, a ellas y a todas esas mujeres anónimas que lo han hecho posible. Recordarlas y tomar su fuerza para continuar, pues aún queda mucho camino por recorrer. Seamos las mujeres anónimas del futuro, las que tomaron el relevo y se posicionaron. Unidas.
No se trata de una lucha para conseguir un mundo de mujeres, no.
Se trata de vivir en igualdad y respetar diferencias. Unidos.