jueves, 7 de marzo de 2013

Reseña: "Pandemonium"


Hoy les traigo la reseña de "Pandemonium" el segundo libro de la Trilogía Delirium de Lauren Oliver. Como viene siendo ya habitual en los segundos libros de las trilogías éstos se dedican fundamentalmente a desentrañar con mas profundidad la historia y es exactamente lo que encontraremos.

En "Pandemonium", nuestra protagonista nos narra los acontecimientos pasados y actuales alternativamente, de manera que la intriga se mantiene a lo largo del libro. Sigue predominando el estilo excesivamente lento y descriptivo que caracteriza a Lauren Oliver con lo que de nuevo y al igual que en "Delirium" hace que el libro resulte algo tedioso.

Por otro lado, hay más acción, aunque algo opacada por esa bruma carente de sentimientos impuesta por la sociedad predominante y que amenaza con llevarse todo por lo que nuestros protagonistas están luchando. Hay que tener en cuenta que, Lena, la protagonista ha vivido toda su vida rodeada de ese ambiente y aunque esté descubriendo que estuvo engañada es normal que se cuestione todas las novedades que traen los nuevos sentimientos. Una vez mas, en ella vemos a veces reflejada también esa bruma, esa ambigüedad, que la escritora aprovecha para añadir algo de incertidumbre en cuanto a los propios sentimientos de sus personajes.

En este segundo libro entran nuevos personajes que se intuyen importantes en la trama y digo se intuyen porque los personajes no acaban de involucrarse demasiado entre sí, máxime teniendo en cuenta que su lucha es precisamente para hacerlo abiertamente. Esto último resulta verdaderamente desconcertante aunque no descabellado. Las luchas implican sacrificios de muchos para futuros beneficios de otros tantos. 

Como ya comenté en la reseña de "Delirium", para mí el mejor desarrollo de esta trilogía es el que es efectuado por nosotros mismos, nos deja un montón de cuestiones en las que pensar y a las que darle muchas vueltas. Me ratifico en que eso es lo realmente valioso de esta trilogía.


miércoles, 6 de marzo de 2013

Miércoles Mudo: La Visita

"Los niños necesitan más de modelos que de críticos".
Petrus Jacobus Joubert



Este fin de semana tuvimos la visita de "Tito" en casa. Tito es el amigo motivador que ayuda en el aprendizaje de los niños de dos años en la guardería. Con él se sienten identificados y aprenden hábitos y habilidades nuevas que les servirán para alcanzar su propia autonomía.

martes, 5 de marzo de 2013

Adiós Al Pañal

No hace mucho les hablé de mi embarazo que, aunque algo accidentado, recuerdo con mucho cariño esa especial etapa de mi vida. Si bien los embarazos suelen estar marcados por nuestras hormonas locas que bailan al son que les place, lo cierto es que en lo que al bebé se refiere he de decir que cada semana, cada mes, eran muy marcados. Puntual como un reloj se producían la gran mayoría de los cambios previstos. Les cuento esto porque luego descubrí que incluso después de haber nacido, mi hijo sigue siendo muy regular en sus cambios. Cada mes, casi con exactitud el peque nos suele sorprender con algunos de sus cambios. Unas veces son mas notorios que otros pero están ahí.

El mes pasado nos sorprendió con un par de cambios grandes, dos "adioses". Por un lado, se despidió de las siestas (aunque no de las esporádicas) y por otro, un definitivo adiós al pañal. Lo de las siestas, pues ya se sabe, o la duerme y nos acostamos todos a partir de las doce de la noche o la suprimimos y el peque se va a dormir sobre las ocho con tiempo para dormir las horas necesarias para el día siguiente.

En cuanto al pañal pues hemos pasado algunas fases desde "Preparándonos Para Dejar El Pañal". Una entrada de lo mas documentada que escribí hace unos meses donde yo misma comencé a ver las alternativas existentes en cuanto a orinales, reductores y demás.

Resumiendo un poco les diré que los primeros meses los dedicamos a familiarizar al peque (y a nosotros mismos) con los conceptos y que no empezamos mas en serio hasta Septiembre del año pasado. Compramos un reductor pero al comienzo se negó a usarlo porque en la guardería usaba orinal. Una vez pasó al váter en la guardería lo exigió también en casa, creo que se lo tomó como un ascenso.

La parte que más nos costó y ya no hablo del peque sino de nosotros, sus padres, fue la de atrevernos a salir a la calle con el peque ya sin pañal. Como siempre, todos opinan, todos aconsejan y te dejas llevar especialmente por los casos "negativos" que escuchas. Al final decidimos hacer caso omiso (y porque ya tocaba,  es decir, nos lanzábamos o nos lanzábamos) y todo fue coser y cantar; no ha tenido problemas para hacer pis de pie o sentado ni para "regar los árboles" cuando toca. Solo una vez se hizo pipí encima y al parecer le sirvió para no hacérselo mas, el peque es muy auto crítico en ese sentido. 

Lo mismo nos ocurrió con lo de quitarle el pañal mientras dormía y como siempre estaba seco pues optamos por quitarle primero el de la siesta. Lo demás vino con naturalidad, unos días después suprimimos la siesta (por los motivos que ya les conté) e imagino que con eso de que ya pasaba todo el día sin pañal llegó una noche (justo dos días después de cumplir los dos años y medio) en la que nos dijo que no quería ponérselo. Y desde entonces, ni un pipí encima, nada, sequito. 

Estoy segura de que aún nos quedan muchas mas fases por pasar pero quería hacer hincapié en el hecho de que las cosas tienden a suceder con naturalidad, los niños van necesitando sus cambios a su propio ritmo y que nosotros, los padres, "solo" tenemos que estar pendientes de las señales que nos van dando nuestros hijos y guiarlos. A veces son varios cambios juntos, otras uno a cada vez y nunca, nunca tienen por qué vivir la experiencia igual que otros niños. No nos dejemos llevar por el miedo a lo que pueda ocurrir porque con toda seguridad la realidad será bien distinta de lo que esperabas.

viernes, 1 de marzo de 2013

Dando La Nota: Con estilo

A mi hijo le gusta mucho bailar y aunque últimamente parece estar conociendo de primera mano lo que es la timidez hay un tema al que no se puede resistir. Da igual donde esté, en la frutería, en la calle, en el coche, en casa, no importa, esa canción le despierta, le reactiva y hace que todo él se mueva enérgicamente con mucho estilo. Eso sí, la versión bailable de Pocoyó o "Pocoyó canasta" como él la llamaba al principio (si la escuchan con atención entenderán por qué) es la que más le mola y es la que hoy les traigo aquí, Gangnam Style de Psy.


jueves, 28 de febrero de 2013

Reseña: "Delirium"



Seguimos con las distopías, esta vez les traigo la reseña de "Delirium", el primer libro de la Trilogía Delirium de Lauren Oliver.   

Nos encontramos en un mundo en el que el amor se considera una enfermedad y como tal necesita una cura, esa cura se ha encontrado y es una operación en la que se erradica de raíz esa zona del cerebro que gestiona los sentimientos. Como ven, el argumento hace aguas por muchos sitios, a mí al menos me resultó muy poco creíble, y eso unido a que el libro comienza siendo bastante lento y algo lioso no ayuda demasiado.

La escritora, Lauren Oliver, tiene tendencia a ser excesivamente descriptiva para mi gusto lo que ralentiza considerablemente la evolución de los acontecimientos. Las restricciones del entorno y la falta de sentimientos hacen además que el libro resulte algo oscuro y a veces hasta claustrofóbico por no encontrar salida, por sentirse aprisionado o simplemente por la propia ignorancia inicial de la protagonista. Pero fuera de los límites de la ciudad hay otra forma de ver las cosas, hay personas que luchan por recuperar todos los sentimientos robados.

Una vez superada la lentitud y la puesta en escena del libro nos encontramos con un ritmo algo mas movido y con mas acción. Nuestra protagonista, Lena, nos pone en antecedentes sobre como ha sido y es su vida y cómo se espera que deba ser. Todo cambia cuando conoce a Álex. Él le enseñará lo que se esconde detrás de tantas restricciones y, sobretodo, le enseña a darle nombre a sus sentimientos y al amor en especial.

Soy consciente de la gran cantidad de buenas críticas que está recibiendo esta trilogía y no es que me haya defraudado pero lo cierto es que tampoco me ha parecido muy destacable. Como he dicho, el estilo narrativo de Lauren Oliver me ha resultado muy tedioso en muchas ocasiones. Aún así se deja leer incluso a pesar de que el argumento principal, la base sobre la que se estructura todo el libro, no sea tan plausible. De alguna manera consigues abstraerte de esa idea y tratar de imaginar cómo sería este mundo con una total carencia de sentimientos o si seríamos capaces de llegar a pensar alguna vez que es mejor vivir en un mundo sin amor y de qué manera. Realmente creo que lo verdaderamente interesante de esta lectura son todos los razonamientos que nos puede plantear a posteriori.