Treinta segundos en los que estás y no estás. Treinta segundos que marcan la diferencia.
Te sigo con la mirada mientras juegas y cuando vuelvo a mirar, treinta segundos después, ya no estás.
Todo gira, te busco y no te encuentro. Todo se acelera y se ralentiza a la vez. Busco tu luz porque lo demás no importa.
Siento un gran vacío, un profundo abismo, una soledad infinita. Vislumbro ecos de tragedia, de llantos, angustia, culpa y desasosiego. Miles de pensamientos oscuros inundan mi mente.
Creo verte a ti y a tu sonrisa por todas partes. Mi corazón desbocado. Pero no estás.
Y todo eso treinta segundos después.
Al fin te encuentro. Y tu me recibes feliz, como siempre, e inconsciente de todo, sentado en un balancín del parque: "Mira mami, me estoy remando yo solo".
Te beso, te abrazo, te palpo para asegurarme de que en verdad eres tú, de que estás bien, y te vuelvo a besar. No te quiero soltar.
Todo vuelve a su estado natural, regresan los colores y el resto del mundo, ya no veo oscuridad sino luz. Pero la angustia sigue ahí.
Yo te encontré pero no puedo evitar pensar en todas esas madres que no han tenido la misma dicha, y siguen buscando perdidas en esa oscuridad asfixiante que sobreviene inexorablemente treinta segundos después...
Ufff Yaneth tremendo susto!! si es que están en constante movimiento y no podemos despistarnos no ya 30 segundos, ni dos!! son una pasada...
ResponderEliminarYo no me imagino ni quiero lo que puede ser no encontrar a tu hijo, y por desgracia aquí aún siguen dos menores desaparecidos :((((
Si Zulema, esos dos menores venían a mi mente una y otra vez. Solo tuve un atisbo de lo que están sufriendo esas madres :(
EliminarAy madre, el titulo me ha asustado!
ResponderEliminarmenos mal que no fue nada más allá del juego de un niño...que a veces desaparecen delante de nuestros propios ojos sin darnos casi ni cuenta. Por suerte ahí seguía...que alivio, no imagino el mal momento que pasaste en ese breve espacio d etiempo...
Un besazo amiga
No estaba Paris, treinta segundos tardó en desaparecer y al final lo encontré en la otra punta del parque. Fue horrible aunque al final pude encontrarlo. Estuve días sintiendo esa angustia :(
EliminarBesos amiguita
Ay, Yaneth, q angustia niña. S mi no se me habian perdido nunca delcsmpo de vision, por w nunca estoy a mas de un metro de ellos, menos una vez rn un parque con muchos niños, en q pequete dcho a vorrer hacia un lado, yo le segui y cuanfo volvimos al punto anterior Gronmy no estaba. Enseguida lo encontre, pero el susuo no me lo quita nadiez Entiendo tu asfixia y tu opresion en el pecho y es q te sientes morir.
ResponderEliminarCuanto padecemos, cuanto nos queda por padecer, somos madres.
Corrí por todo el parque preguntando por él a todo persona que encontraba a mi paso. La suerte fue que todos lo habían visto porque mi hijo llevaba unos zapatos que se iluminan y todos se habían fijado en ellos. ¡Benditos zapatos!
EliminarY si, cuanto nos queda por padecer...
Que angustia, que susto. Menos mal que lo encontraste. Un besos
ResponderEliminarNo concibo otra opción. No hubiese podido...
EliminarBesos
Comadre, leer estas entradas a las 8 de la mañana en el curro... y verme con las lagrimillas correr por los mofletes debe de ser de lo más... Sé lo que es perder a un enano durante un buen rato, tu ahijado se esfumó frente a la puerta del Hipercor hace unos años y fue la sensación más horrible del mundo... Un parque, con la cantidad de gente que pasa... y lo fácil que es que se lo lleven, debió de ser un gran susto.
ResponderEliminarMil ojos no... Diez mil
Un besazo
Has dado en el clavo. Mi mayor miedo, aquel que me encogía el corazón era ese terror atroz a que alguien se lo llevara. El sentimiento de angustia constante me duró días y ahora lo experimento cada vez que lo recuerdo. Entiendo perfectamente que aunque hayan pasado años para tí aún lo recuerdes.
EliminarUn besote
que susto... no me imagino lo que se siente
ResponderEliminarNo lo imagines si quiera, lo mejor es que estas cosas no ocurran nunca. Un abrazo
EliminarAy, Yaneth, qué susto... Tiene que ser tremendo. Yo me perdí de pequeña durante cosa de un minuto y aún recuerdo la cara de mi madre cuando me encontró. Tiene que ser un mal trago tremendo. Un besote!!!
ResponderEliminarNi siquiera puedo recordar exactamente cuanto tiempo estuvo perdido. Treinta segundos fueron los que tardó en desaparecer.
EliminarYo también me perdí de pequeña durante bastante tiempo, no lo recuerdo pero para mi madre fue inolvidable.
Besos
A mí me pasa continuamente, por eso les visto con colores chillones: Rojo, azulón, verde, naranja... Así les localizo más rápido. Es angustiante no verle de repente.
ResponderEliminarY yo lo llevé a un parque con un peto de camuflaje, ¡qué desastre!. Lo bueno es que llevaba unos zapatos deportivos que se iluminan. Gracias a eso fue mas fácil encontrarlo.
EliminarEsas botas con luces, que tantas veces nos han arrancado una sonrisa. De no ser por ellas...
ResponderEliminar¡Tendré que comprarle varias de esas de todas las tallas!.
EliminarUn abrazo amiguito ;)
Como tú dices, ponerme en la piel de esas madres que no tuvieron suerte es terrorífico...
ResponderEliminarUn beso.
Ojalá que nadie tuviera que pasar por eso nunca...
EliminarBesos
Qué bien has retratado esa angustia.. uf..! me has dejado sin palabras. :-*
ResponderEliminarFue un mal rato del que todavía me queda la angustia cada vez que me acuerdo...
EliminarUn besote
Dicen que cuando se pierde un hijo una madre deja de respirar, que susto mas grande, menos mal que fueron 30 segundos (angustia, y la de películas mentales que podemos crear en esos 30 segundos con mil ideas de lo que le ha podido pasar)...me uno al recuerdo de esas madres que aun están sin respiración.
ResponderEliminarTreinta segundos fue lo que tardó en desaparecer, tardé en encontrarlo algo mas, no te sabría decir cuanto. Supongo que el suficiente como para llegar a la otra punta del parque... :(
EliminarDios mío, que ansiedad me ha dado el leerte esta entrada. Sí, sí, aunque sean dos segundos en los que los perdemos de vista, y que ellos no se enteran, pero que mal lo pasamos, y lo estarán pasando esas madres que no saben donde están sus hijos.
ResponderEliminarDebe ser una angustia constante, un sin vivir. Cuando tenemos a nuestros hijos ya no queremos estar sin ellos nunca mas...
EliminarQue susto Yaneth...Y qué 30 segundos más largos...Que post más bonito, he llegado a tocar esta angustia...Besos
ResponderEliminarDe alguna manera necesitaba sacar toda esa angustia que me aprisionaba, escribir me ayuda mucho. Muchas gracias por tu apoyo ;)
EliminarUn besazo
En lugares atestados de gente, las agarro tan fuerte de la mano que a veces se quejan. Creo que prefiero eso a ponerme loca de atar.
ResponderEliminarAsí está el mundo... patas para arriba!
Y cuando son mas de uno hay que intensificar aún mas la vigilancia.
EliminarUn fuerte abrazo
madre mia yaneth!! te leia y me imaginaba a mi....me da algo, si hay que dejarles explorar...pero lo pasamos tan mal nosotras....menuda angustia. por lo menos te has desahogado...
ResponderEliminarbeostesss
Y tanto que si, afortunadamente escribir ayuda a sacar esa angustia.
EliminarBesos
Que momento tan difícil, ojalá nunca más se repita.
ResponderEliminarYo recuerdo una mamá que ponía por la espalda en el cinturón del pantralón de su hijo (muy muy inquieto) un globo cada vez que salían de compras, porque algunas veces se soltó de su mano y no lo podía encontrar... casos especiales.
Saludos.
Toda precaución es poca cuando se trata de tenerlos localizados. Mi hijo suele estar siempre a mi alrededor cuando salimos pero ese día salió corriendo. Totalmente inesperado la verdad
EliminarBesos
¡Cuanta razón llevas, Yaneth! Ahora que voy con 2 al parque. Los días en que la niña está muy movida y corre a veces la pierdo unos segundos de vista y el mundo se me viene encima hasta que la re-localizo. Siempre está cerca pero me da no sé qué el perder el control aunque sea por unos instantes. Un beso.
ResponderEliminarCon dos debe ser aún mas difícil. No es fácil seguirles la pista a veces, especialmente cuando hacen cosas inesperadas.
EliminarUn fuerte abrazo
¡Qué susto! por fortuna encontraste a tu pequeñín, pero tienes razón, cuando veo un anuncio de un niño extraviado, muero de angustia, en cosa de nada pasan estas cosas, alguien que distrae tu atención, algo que bloquea la visión, cualquier cosa! Abrazos para ti.
ResponderEliminarSon momentos muy difíciles y llenos de angustia. No puedo hacerme a la idea de vivir así siempre. Debe ser horrible.
EliminarUn fuerte abrazo
Hola, he llegado por casualidad a esta entrada y simplemente se me han saltado las lágrimas y un escalofrío me ha atravesado el cuerpo otra vez.... No sabes cuanto te entiendo y lo que pienso en esas madres que siguen buscando a sus hijos... yo pase por eso este verano. Estabamos de vacaciones, de paseo por Málaga... y esos 30 segundos que dices... pasaron a ser una hora y 45 minutos de la más terrible agonía y desesperación ....
ResponderEliminarEn segundos mi princesita de 6 añitos desapareció de nuestras vistas y no dimos con ella hasta pasada una hora y tres cuartos ...
Ha sido con diferencia la peor experiencia que he vivido en toda mi vida... Aquello nos marcó para siempre y desde entonces ni yo, ni mi marido, ni la niña hemos vuelto a ser los mismos....
Ella se despista mucho menos, y del tiro se aprendió nuestra direccion, tlefono, nº de matricula del coche, etc. A mí, solo me falta ponerle un chip ... no le suelto el ojo, me cuesta incluso dejarla ir con las madres de sus amigas... suena exajerado, pero el terror que vivimos no tiene comparación.
Afortunadamente no pasó nada, mas que un cúmulo de malas coincidencias que llevaron a que un simple despiste de la niña se convirtiera en casi 2 horas de agonía.... al final y aunque en esos momentos solo te da por penar lo peor... la gente en general es buena y hace lo que todas haríamos si nos encontrasemos por alli a un niño perdido...llevarlo a la policia, e intentar contactar con sus padres cuanto antes. Pero es verdad que pasan tantas cosas inexplicables, que es imposible no entrar en ese bucle de locura sobre todos si va pasando el tiempo y no aparece... en 30 segundos la vida se te puede hundir, es cuando te das cuenta de lo fuerte que es ese vínculo, ese sentimiento, hacia tus hijos.
Se, como madre que soy, que la gran mayoría de nosotras tenemos arraigados estos fuertes sentimientos hacia nuestros hijos. Esas casi dos horas debieron ser mortales para los tres, no me cabe la menor duda.
EliminarYo tardé unos minutos en encontrarlo, no sabría decir cuantos pero fueron eternos. Dos horas debieron de ser una agonía.
Después de una experiencia así nuestras perspectivas cambian, muchas cosas dejan de importar y otras muchas importan demasiado. No quisiéramos nunca que nuestros hijos pasen por infortunios. Queremos para ellos una vida llena de alegrías.
No se tu nombre pero desde aquí te doy un fuerte abrazo cargado de muchos ánimos. Se que esas casi dos horas no las olvidarás nunca pero piensa, como yo, que la has encontrado.