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lunes, 25 de marzo de 2013

Adiós Chupete Adiós


Tengo la sensación de que este período que estamos viviendo con el peque está lleno de cambios trascendentales. Por lo general los niños cambian frecuentemente ya que esa es precisamente la condición del crecimiento pero, para nosotras las madres, esos cambios también implican que ya no son esos bebés que hace tan poquito eran tan chiquitines y totalmente dependientes de nosotras.

Hace unas semanas en "Adiós Al Pañal" les hablaba de lo regulares que pueden llegar a ser los niños incluso para los cambios. En el caso del peque éstos suelen producirse siempre alrededor de la fecha en que cumple un mes mas. Si el mes pasado dejó atrás el pañal definitivamente durante este mes le ha llegado el turno al chupete. Estoy totalmente desconcertada en lo que respecta a este último cambio

El peque no quiso chupete desde que nació, no, por lo visto él tenía mas que suficiente con mi pecho y qué les voy a decir, yo tampoco se lo discutí. Se comenzó a aficionar al chupete cuando comenzó a dejar el pecho, que a su vez comenzó a dejar casi a los siete meses pues imagino que le atraían mas los nuevos alimentos que se iban añadiendo a su dieta. El biberón lo dejó poco antes de cumplir los dos años. 

Tampoco ha sido un total adicto al chupete, lo usaba solo para dormir o cuando estaba muy cansado. Realmente, el nombre que se le da en inglés (Pacifier = Pacificador), para mi hijo ha sido literal. Cogía el chupete, se relajaba y en cuanto se quedaba dormido lo echaba a un lado.

Otra de las pautas que parecen repetirse en esto de los cambios son las sustituciones, es decir, deja una cosa por otra como si pasara al siguiente nivel. Se preguntarán con qué ha sustituido el chupete. Pues bien, justo el día en que dejó de pedirme el chupete volvió a coger su estrellita musical. No fue sugerencia mía, de hecho ni me acordaba de ella, él sólo la cogió. De la estrellita musical les hablé una vez aquí en un post fruto de una noche llena de desvelos. A lo mejor les puede servir como idea útil para sus peques.

No puedo contarles mucho mas, y aquí viene mi desconcierto. No volvió a nombrar el chupete hasta tres días después en que me lo pidió, le dije que ya no estaba y lo distraje hablando de otra cosa. De hecho, yo misma los había guardado para evitar tentaciones Así han acabado los chupetes su paso por esta casa, sin pena ni gloria, aunque por supuesto que estamos todos muy agradecidos con sus servicios. Adiós Chupete Adiós...

martes, 7 de febrero de 2012

Pérdidas Innecesarias


Hace unos días me encontré con la siguiente frase de Paulo Coelho: "Cuántas cosas perdemos por miedo a Perder...". Se me ocurren muchos sentimientos de pérdida a los que asociar esta frase, es más, este tipo de frase tan genérica normalmente hace que  cada uno la interprete según lo que mas le preocupa en el momento. Yo no he podido evitar compararla con el mundo en el que estoy tan involucrada, el de la maternidad
De repente, se han agolpado en mi mente un montón de momentos que muchos pierden por miedo a perder:
  • Dormir con tu hijo: cuántos no han dormido nunca con sus hijos por miedo a "no poder sacarlo de la cama nunca mas". Ni siquiera se toman la molestia de enseñarles una pauta. No, se erradica "el problema" de raíz. Lástima, pues una vez lo pruebas, ¡quieres repetir!
  • Brazos: Negarle los brazos a tu hijo es negarte a tí mismo tanto amor, tanta ternura. ¿Por qué perder todo eso?.
  • Lactancia Materna: Si mi hijo recibió un montón de beneficios al tomar leche materna, les puedo asegurar que lo que recibí yo fue maravilloso. Esos momentos fueron solo míos y de él y no los cambiaría por nada. Ahí forjamos nuestra complicidad, nuestra pequeña gran historia.
  • Chupa: Conozco a varias personas que decidieron no dar chupa a sus hijos por miedo a no poder quitársela después. ¿Por qué anticiparse a lo que no se sabe?, especialmente cuando tu hijo lo pasa mal si no se la ofreces. Cierto es que nacen sin saber lo que es una chupa pero en ocasiones les son muy necesarias. Les calma, les relaja. Tú eres su guía y le enseñarás cómo usarla.
  • Bañarte con tu hijo: Bañarte con tu hijo es otra de los grandes momentos gratificantes. Hace poco, y con motivo de un post que publiqué se suscitaron diversas opiniones. Hubo personas que opinaban que bañarse con su hijo era algo antihigiénico. Imagino que estas personas no irán a la playa o a la piscina.  Los respeto, respeto su opinión pero no la comparto. ¡Cuántos momentos perdidos!
  • Vacunar a tu hijo: No vacunar a tu hijo implica, en mi opinión una pérdida mucho mas grande porque, además, estás jugando con su vida.

Con esto no pretendo hacer un dogma de ley, salvo en el caso de las vacunas, pero quisiera que se tomaran como sanos consejos que llevar a la práctica. Hoy en día, muchos de mis momentos de felicidad están totalmente relacionados con estos puntos. Y como el concepto de felicidad es distinto para cada uno, posiblemente estos puntos serán distintos para según quien los lea y sus circunstancias. Lo importante es que no te niegues a ti misma ni a tu hijo algo que esté en tu mano solo porque está escrito o por temores infundados. Escucha a tu instinto y olvídate de los prejuicios y los malos consejos pues estos provocan pérdidas innecesarias