Mostrando entradas con la etiqueta Límites. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Límites. Mostrar todas las entradas

lunes, 1 de abril de 2013

Besos De Colores


Hay besos de todos los colores, ¿lo sabían?. Hay besos rosados, verdes, azules, rojos... De todos los colores que se les pueda ocurrir, o mejor, de todos los colores que se le pueda ocurrir a un niño. Sus besos son infinitos en variedad y en contenido. Y es que el amor sin límites tiene esa particularidad, hace que los besos sean de colores.

Les cuento también que esta maravilla no la aprendí yo sola, no. Me lo enseñó toda una eminencia en esto de los besos, mi hijo. Alguien que hace que cada beso sea especial, no solo por el color sino por sus dedicatorias y el deseo y la ilusión que imprime en cada uno de ellos.

Me pregunto si alguna vez también supimos este secreto a voces y de ser así, en qué momento comenzamos a olvidarlo, a ponerle tantos límites y rociarlo con tantos prejuicios que terminamos bloqueados. Qué bonito es ver la vida, y los besos, de colores. Yo, que creía ver muchos colores, me sorprendo cada día con las diferentes gamas que existen y que desconocía o había olvidado.

Y aún mas, los besos de colores, y los incoloros, también son curativos. Curan cualquier "pupa" con efecto inmediato. A mas besos menos pupas y mas risas y cosquillas.

No solo soy feliz por haber conocido esta realidad sino por tenerla cada día...
"-Mami, te voy a dar un besito rosado ¿si?
  -¿Un besito rosado?
  -Si mami, mira... ¡muaaackk!. ¿Lo ves? es rosado. Para tí siempre rosado mami. Y ahora ¿quieres uno verde?.
-Si, mi cielo, a mi me gustan todos tus besos, de todos los colores..."

lunes, 28 de noviembre de 2011

La Diplomacia Y Otros Miedos


¿Dónde está el límite entre la diplomacia y lo que realmente quieres o te apetece hacer?. Realmente llevo unos días haciéndome esa pregunta. Cierto es, que la maternidad me ha dado el don de ser mas tajante, eso sí, con diplomacia. Ahora tengo mas definido lo que quiero y lo que no. Pero ahí está la diplomacia, siempre La Diplomacia Y Otros Miedos...

Y se me ha ocurrido pensar también que nuestra expresión de la diplomacia (al menos la mía), no es mas que un deseo de lo que queremos para nosotros de vuelta. Es decir, yo te apoyo, te incluyo, te respeto, soy correcta, amable, etc., porque quiero que así seas conmigo también. Porque se trata de vivir y dejar vivir en armonía. Pero, ¿qué ocurre cuando los resultados no son los esperados? ¿cuando no hay un entendimiento? ¿o cuando te encuentras con personas que sólo quieren recibir y recibir y recibir?. 

Últimamente repartir diplomacia a diestro y siniestro se me está haciendo tan cuesta arriba. Hasta ahora no me había planteado los beneficios o no que ésto me pudiera reportar pero cuando tu yo interior reclama mas protagonismo y a su vez, no quieres desatender a los tuyos, se hace evidente una reestructuración de prioridades.

La maternidad también me está pidiendo a gritos que reclame y proteja mi espacio. Mi espacio. Mi claro de luna a cualquier hora del día. Si antes era una parte importante de mi, ahora es sagrada. Ya no tenemos la misma cantidad de tiempo de la que disponíamos antes y se nos hace patente el hecho de que hay que minimizar todo aquello que nos hace perderlo y nos desvía de lo que realmente queremos. Con salvedades claro, hay ciertas obligaciones que no querríamos pero son necesarias. Yo me refiero a las que no solo no nos aportan nada sino que nos restan tiempo, salud, humor, vida...

Pues he decidido dar prioridad a mi espacio, a mi salud mental, a mi  y a los míos. Terminar de erradicar esas "distorsiones" de mi alrededor. Ejercer la libertad de decir NO cuando eso es realmente lo que quiero decir. A pequeña escala claro está, pues la que es diplomática lo es hasta el final. ;)