Dando La Nota: Abrázame Fuerte

Hay experiencias que marcan, canciones que te llegan al alma y ésta es una de ellas. El momento, el lugar, la sorpresa de lo que allí encontré, todo eso y más, influyó. 

Fui a un auditorio para ver y, por supuesto escuchar, al cantautor español Pedro Guerra, iba sin grandes expectativas, mas bien con curiosidad pues aunque conocía muchas de sus canciones no lo solía escuchar a menudo. De hecho, el tema que hoy les traigo ni siquiera lo había escuchado anteriormente o quizás sí pero estaba escrito que mis sentidos estuvieran mas receptivos aquella noche.

Escuché canción tras canción con cercanía, el auditorio era grande pero a mi cada vez me parecía mas pequeño, mas íntimo, hasta que llegó este tema, "El marido de la peluquera". La voz de Pedro Guerra, la claridad del sonido, las palabras cargadas de sentimiento realzaron ese momento íntimo de entre tanta gente y sin darme cuenta se me puso la piel de gallina y me encontré llorando de emoción. Todas esas sensaciones quedaron ligadas para siempre en esa canción irremediablemente.

Reseña: "El Tiempo Entre Costuras"

Hoy les traigo una nueva reseña, en esta ocasión se trata de "El Tiempo Entre Costuras" de María Dueñas. Una novela con muchos y muy variados ingredientes; gran componente histórico, espionaje, crecimiento personal de su protagonista, amor...

Ya desde el comienzo su escritura es sublime, sus comparaciones originales y arraigadas y sus detalles exquisitos por su delicadeza. No faltan el cariño y la añoranza.

Este libro me ha hecho reflexionar una vez mas sobre la trayectoria de las mujeres a lo largo de la historia, en su ingenuidad y en el hecho de que hoy por hoy dicha ingenuidad ya no es tan inocente como antaño. En cambio hay otras factores que aún perduran. Sira, la protagonista es una mujer que durante toda su vida sigue los pasos que se le marcan, sus decisiones parecen ser solo para elegir a la persona que se encargará de guiar sus siguientes pasos, su vida, hasta que todo cambia drásticamente. El siguiente párrafo es un fiel  reflejo de su sentir: 

"-Y ¿adónde voy a ir? -Mi angustia era tan inmensa como mi temor. Me sentía incapaz de enfrentarme por mí misma a una realidad desconocida. Nunca había hecho nada sin ayuda, siempre había tenido a alguien que me marcara mis pasos: mi madre, Ignacio, Ramiro. Me sentía inútil, inepta para enfrentarme sola a la vida y sus envites. Incapaz de sobrevivir sin una mano que me llevara con fuerza, sin una cabeza decidiendo por mí. Sin una presencia cercana en la que confiar y de la que depender".

Pero tarde o temprano la vida le enseña que debe enfrentarse a ella por sí misma, y más importante aún, descubre que realmente puede hacerlo. Así lo vive: 

"A lo largo de los años hubo muchos momentos en los que el destino me preparó quiebros insospechados, sorpresas y esquinazos imprevistos que hube de afrontar a matacaballo según fueron viniendo. Alguna vez estuve preparada para ellos; muchas otras, no".

La amistad, la bella amistad nacida de entre tanto sendero espinoso es la gran fuerza que hace que la vida vuelva a brotar, todo un bálsamo y un hálito de esperanza.

"El Tiempo Entre costuras" está plagado de pequeños hechos contados con lujo de detalles de tal manera que el ritmo del mismo es lento aunque intenso. Su autora hace una reconstrucción exacta del Marruecos de la época y de la situación existente en Europa. Gran componente histórico pero en algunas partes carente de hilvanes que la liguen a la historia de forma mas natural. Y es que de vez en cuando la autora nos cuela entre sus páginas largos panegíricos históricos algo difíciles de digerir.

La última cuarta parte del libro es quizás la más rápida y amena sin detenerse demasiado en los pormenores como ocurría en las páginas anteriores. El hecho de que nuestra protagonista carezca muchas veces de decisiones propias, que pase por la vida siguiendo las directrices de los demás hace que se vea reflejado incluso en la forma de contar su historia mas personal, sus propios sentimientos quedan relegados por las circunstancias. Le falta pasión a la vida amorosa de Sira y por ende a la historia entera. 

María Dueñas nos ofrece una historia muy entretenida aunque algo densa que a veces tiende a hacernos perder el interés pero que, a su vez, nos transporta a otra época no tan lejana pero sí muy intensa en muchos ámbitos.

Miércoles Mudo: "El Muñeco De Nieve"

"He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño"

Joseph Heller

Solo dos cosas pidió mi hijo por Navidad; un coche superguay grande como un camión (con estas palabras), y un muñeco de nieve pero de los de verdad. El primero llegó sin dilación y el segundo, el más importante, llegó hace unos días a través de esta imagen desde un lugar donde sí nieva y de la mano de sus tíos.

 ¡Muchas Gracias!

Mi Pequeña, Ágil Y Escurridiza Ardillita

Si hasta no hace mucho les contaba que mi hijo se me asemejaba a un gran y pesado rinoceronte, por estos días la cosa ha cambiado y mucho. Ahora es como una pequeña, ágil y escurridiza ardillita, especialmente cuando se trata de alcanzarlo para ir a dormir.

Sus ojitos lo observan todo con curiosidad consciente y sus movimientos ya son los propios de una mayor seguridad en sus propias capacidades.

Mi ardillita busca mil escondrijos con tal de evitar la hora del sueño, y cuando éste llega, al parecer inexorable, se despereza y busca algún quehacer para espantarlo sin pudor. Mi ardillita trepa por las camas y se esconde debajo de las mesas o tras las puertas. Mantiene una lucha incansable, vence una y otra vez hasta que por fin cae extenuada y a deshora.

Pero mi ardillita nunca desfallece, cada día juega al mismo juego, cada día vence y cada día cae rendida hasta que sus ojitos almendrados, ojitos curiosos, sagaces y vivaces vuelven a abrirse y vuelta a empezar.

Ardillita dormilona, ardillita remolona. Y una vez despierta vuelve a ser mi pequeña, ágil y escurridiza ardillita...

Dando La Nota: "Drume Negrita"

Hoy me sumo a este carnaval de blogs por primera vez y el tema que he escogido me parece el más apropiado por muchos y muy variados motivos. Durante esta semana han acudido a mi mente, de forma mas recurrente de lo habitual, muchos momentos de mi embarazo. Momentos estos que, al fin y al cabo, están todos relacionados y de los que guardo muy gratos recuerdos. 

Si durante la semana les mostré el lugar de mis paseos, hoy no quería dejar pasar la ocasión de ponerle música a esos largos paseos.

Francisco Céspedes es un cantante que siempre me ha gustado muchísimo, por su voz llena de matices, por sus giros inesperados especialmente si lo escuchas en directo y su tono desgarrador. Su voz me ha hecho mucha compañía y ha calmado mis sentidos en multitud de ocasiones, tiene ese poder gratificante. 

Hoy quisiera rescatar una preciosa nana compuesta por Eliseo Brenet. Una nana que he escuchado miles de veces y que le he cantado a mi hijo desde que daba sus primeras brazadas en mi barriga aún sabiendo que era varón y que, aún teniendo alguna posibilidad de que naciera con la piel algo tostada, era muy poco probable (aunque no imposible) que fuera del color del chocolate. Pero en esos momentos era el tono, el cariño, la sazón lo que quería transmitirle y no del todo las palabras exactas. Su música fue mensaje. Les dejo pues con esta nana cantada por Francisco Céspedes y Bola de Nieve, "Drume Negrita":