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jueves, 2 de febrero de 2012

Hoy

"La Despeinada" de Leonardo Da Vinci
Hoy ha sido la segunda vez desde que nació el peque, que salgo a la calle sin peinarme. Me he dado cuenta en el espejo del ascensor cuando bajábamos y he pensado con espanto ¡por qué no puedo ser de esas personas que, incluso recién levantados de la cama, aparecen con un pelo impecable!. Si tienes un pelo rebelde, como es mi caso, esta clase de lujos son imperdonables. De hecho, muchas veces me peino y hasta parece que no lo he hecho pero yo salgo bien digna, con mi cabeza en alto y la conciencia de haber hecho lo que estaba en mis manos.

Pero hoy no ha sido así, todavía estoy mala y noto que mi cerebro no funciona a pleno rendimiento, y ese dolor de cabeza casi constante me lo impide por mas que lo intente. Por si fuera poco, tengo la sensación de que el peque, justamente hoy, ha crecido. Sí, ya se que el crecimiento es evolutivo pero juraría que ha sido hoy cuando de repente alcanza a todo. No tiene mas que levantar una manita y consigue coger todo lo que hay sobre la mesa. Ha sido esta mañana cuando me ha traído todas y cada una de sus cremas que estaban en los estantes de su cambiador. Por tanto, hoy ha crecido. Hoy.

Tan atareada me ha tenido controlando lo que se lleva a las manos mientras además me vestía y terminaba de preparar sus cosas para la guardería que, como suele suceder, me olvidé de mi misma. No pasa nada, en cuanto me reponga volveré a ser la misma, la misma mujer que puede hacer un montón de cosas a la vez sin olvidarse de ninguna, la misma que siempre tiene la sensación de que hace todo y no hace nada porque siempre quedan muchas otras cosas por hacer. Solo necesito un descanso, solo un ratito... y volveré a ser la misma...