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jueves, 2 de febrero de 2012

Hoy

"La Despeinada" de Leonardo Da Vinci
Hoy ha sido la segunda vez desde que nació el peque, que salgo a la calle sin peinarme. Me he dado cuenta en el espejo del ascensor cuando bajábamos y he pensado con espanto ¡por qué no puedo ser de esas personas que, incluso recién levantados de la cama, aparecen con un pelo impecable!. Si tienes un pelo rebelde, como es mi caso, esta clase de lujos son imperdonables. De hecho, muchas veces me peino y hasta parece que no lo he hecho pero yo salgo bien digna, con mi cabeza en alto y la conciencia de haber hecho lo que estaba en mis manos.

Pero hoy no ha sido así, todavía estoy mala y noto que mi cerebro no funciona a pleno rendimiento, y ese dolor de cabeza casi constante me lo impide por mas que lo intente. Por si fuera poco, tengo la sensación de que el peque, justamente hoy, ha crecido. Sí, ya se que el crecimiento es evolutivo pero juraría que ha sido hoy cuando de repente alcanza a todo. No tiene mas que levantar una manita y consigue coger todo lo que hay sobre la mesa. Ha sido esta mañana cuando me ha traído todas y cada una de sus cremas que estaban en los estantes de su cambiador. Por tanto, hoy ha crecido. Hoy.

Tan atareada me ha tenido controlando lo que se lleva a las manos mientras además me vestía y terminaba de preparar sus cosas para la guardería que, como suele suceder, me olvidé de mi misma. No pasa nada, en cuanto me reponga volveré a ser la misma, la misma mujer que puede hacer un montón de cosas a la vez sin olvidarse de ninguna, la misma que siempre tiene la sensación de que hace todo y no hace nada porque siempre quedan muchas otras cosas por hacer. Solo necesito un descanso, solo un ratito... y volveré a ser la misma...



lunes, 5 de diciembre de 2011

El "Planazo"


Para hoy tenía un "Planazo"; ir a la peluquería mientras mi madre se daba una escapada con el peque durante el tiempo que yo invertía en entrar con una pinta atroz y salir totalmente renovada.

El planazo en sí no era la peluquería, no soy de las que le guste demasiado ir, sólo de pensar en las horas que voy a estar ahí sentada pensando en lo que podría estar haciendo hace que me muera de la ansiedad. Total, que el "planazo", según yo, estaba en las últimas páginas del libro que me estoy leyendo. Tenía toda la intención de dejar que me hicieran cualquier cosa en el pelo mientras yo me zambullía total y absolutamente en mi libro, que por cierto, está muy interesante y ya estoy por acabarlo. Hasta estaba dispuesta a esperar un turno largo hasta que llegaran a mi.

Con esa intención entré en la peluquería, y como nunca, me atendieron rapidísimo. Me senté y saqué mi libro, feliz por la perspectiva. No soy de las que habla mucho en la peluquería a no ser que me pregunten así que yo ya iba a tiro hecho. El peluquero de siempre no estaba hoy, qué pena, con lo que me gustaba, era buenísimo, rápido y hacía un excelente trabajo, y lo mejor, era un hombre de pocas palabras (ideal para mis intenciones). Al parecer ya no trabaja allí. En su lugar me atiende una chica muy simpática y con muchas ganas de hacer amigos. Cada vez que cogía mi libro ella me preguntaba algo y alargaba la conversación así que, al final, tuve que desistir. 

No me malinterpreten, la verdad es que jamás desecho una buena conversación, y ésta lo era, pero es que yo ya iba con mi plan predeterminado. Esto me ha hecho reflexionar; ¿cuánto ha cambiado mi vida que busco a toda costa y desesperadamente cualquier huequito para poder dedicarme a una de las cosas que más me gusta? y aún más, ¿desde cuando ir a la peluquería a leer es un planazo?. Siempre me ha gustado leer, para mí es como una necesidad básica. En días como hoy en que no puedo dedicarle el tiempo que me gustaría termino como inconclusa. ¡Menuda sensación!. Y ni que decir tiene que ya no se lo que es leerme un libro de un tirón.

Y eso que la chica de la peluquería se esmeraba en mantener mi atención, hasta me dio un buen masaje capilar mientras charlábamos, pero es que soy mamá, mamá lectora y necesitaba ese rato de evasión. 

Ahora, si me lo permiten, las voy a dejar un ratito para ir a terminar ese libro antes de que se despierte el peque de la siesta...