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miércoles, 13 de febrero de 2013

Miércoles Mudo: Ilusiones


"De todas las personas, los niños son las más imaginativas. Se entregan sin reservas a todas las ilusiones".
Milton

martes, 17 de abril de 2012

Amor Con Amor Se Paga...




Uno de los regalos que recibió nuestro peque el año pasado por su cumpleaños fue una moto. Dicha moto ha permanecido a buen recaudo hasta hace unos días en que por fin el peque ha alcanzado la altura necesaria como para poder usarla. Además, tengo que añadir que este período de tiempo no solo le ha servido para crecer sino también para desarrollar mas en profundidad ciertos gustos. Dichos gustos se centran especialmente en coches, camiones, motos, bicicletas, en fín, que para no aburrir, todo lo que tenga ruedas, porque incluso alguna vez le he visto pillarle el cochecito de la muñeca a alguna niña en el parque. Con este panorama, sabíamos que la entrada en escena de la famosa moto iba a ser todo un éxito y además, en prevención de futuros accidentes, le compramos su casco a juego no fuera que adquiriera velocidades inesperadas y se nos despeñara por algún parterre.

He de decir también que aquel día, el de su cumpleaños, el peque recibió un montón de regalos y que todos y cada uno de ellos los ha disfrutado en el momento propicio y con mucha alegría, como a él le caracteriza. Y que en lo que a nosotros se refiere no es un regalo en concreto lo que mas recordamos de ese día, no. Tenemos especialmente guardado ese día en el corazón por la gran cantidad de amigos que asistieron, porque todos hicieron extensible su cariño hacia nosotros y lo prolongaron hasta arropar a nuestro hijo. Y como amor con amor se paga todo ese cariño hace que día a día nuestro hijo nos ofrezca sonrisas como las de la imagen.

Volviendo a la actualidad, después de unos días previos algo malito, nuestro mejor plan durante las vacaciones de semana santa con nuestro peque fue introducir la moto en nuestras vidas. Solo puedo decir que esa sonrisa, que ese momento en que papá llegó con la moto y el peque los vio son inolvidables. El mundo se paró en ese preciso instante. 

Adoro a mi amiga, no por la moto ni por lo material, sino por ser la precursora de ese momento, de esa emoción que aún perdura. Porque esos son los recuerdos que se quedan grabados en el alma, en la de nuestro hijo y en la nuestra. Y con esta entrada pretendo que quede también en la de ella. Ella, que me quiere a mi y quiere ahora a mi hijo casi como si fuera suyo. Ella, que estuvo presente cuando él nació, cuando cumplió su primer año y no pudo estar cuando el peque estrenó su moto. Por eso, porque amor con amor se paga yo le dejo esta imagen con su sonrisa, la primera, la del profundo agradecimiento, la que le pertenece por méritos propios.

Y después de haber experimentado en carne propia, no solo en esta sino en varias ocasiones,  lo que se siente al  presenciar la alegría y la emoción de un hijo gracias a una amiga, quisiera yo también ser la hacedora de uno de esos momentos y para ello, esta entrada pasará a formar parte de un concurso donde el premio será una suscripción Premium de un mes al Club Penguin de Disney. El beneficiario, en caso de ganar claro está, sería mi lindo ahijadito que casualmente la próxima semana cumplirá sus 7 añitos...