¿Les cuento algo tierno, íntimo y muy nuestro?. Guárdenme el secreto. Aquí va:
Todas las mañanas, papi sale antes porque tiene que ir a trabajar y el peque y yo nos quedamos acurrucados haciendo tiempo hasta nuestra hora de prepararnos. Cuando a papi ya le queda poco para salir, el peque, quien yo creo que ya tiene controlados los tiempos, se quita la chupa y dice: "Papaaaaaaaaaá". Y acto seguido nos ponemos en posición de ser besuqueados al sentir venir los pasos emocionados de papi por la llamada. Papá nos llena de besos a los dos, miles y miles de besos y luego nosotros a él, bueno, más yo porque al peque le gusta mas que se los den. Cuando conseguimos despegarnos el peque despide con la manita a papi: "aiós".
Estos momentos están sucediendo en estos días, ahora, y soy muy consciente de ellos y se que los recordaremos por siempre. Serán de esos recuerdos entrañables e inolvidables y por eso quería compartirlos. Pero ssshhhhhhhhhhh.... no se lo digan a nadie... es Un Secreto... ;)