Hoy quisiera rendir un pequeño homenaje a todas las abuelas, especialmente a las mas mayorcitas, a las de antes, a las de siempre.
Hace unos días tuve la ocasión de presenciar una escena que suelo recordar con frecuencia. La escena que ha hecho que hoy quiera rendirle a ellas este homenaje.
Un día cualquiera, entre semana y a última hora de la tarde hice una parada rápida por la frutería. Allí estaba una de esas abuelitas a las que me refiero. Rebuscaba entre los cestos, palpaba la fruta y la verdura y hacía gestos de disconformidad hasta que al final, acabada su inspección, se decidió a preguntar a la dependienta:
- Niña, ¿no tienes unos plátanos mas bonitos?
A lo que la dependienta responde: - No señora, a esta hora ya solo queda lo que nadie ha querido durante el día. -Por cierto que a esta dependienta le haría yo un cursillo acelerado de técnicas de venta...
- Pues qué feos están los plátanos. ¿No tendrás alguno dentro guardado que esté mas bonito?. Es que es para mi nieta, para que se lo lleve mañana al colegio y no la voy a mandar con estos plátanos tan feos que no apetece ni mirarlos. Yo los quiero amarillitos y bonitos.
¿No es deliciosa esa abuela?. Cuánto significado encierra su búsqueda del plátano bonito y perfecto. ¿Y qué me dicen de los niveles de detalle a los que llegan y a lo que está dispuesta a hacer para obtener esos tan codiciados plátanos?. Algo en lo que probablemente su nieta no reparará, o tal vez piense que preferiría un sandwich en vez de un plátano.
Pero quizás, y solo quizás, su nieta esté aprendiendo ese "modo de hacer" de su abuela y el día en que ella también lo sea, la encontrará mi hijo en otra frutería, un día cualquiera, rebuscando de entre los cestos de la fruta y la verdura, la mejor pieza.
Y tú, ¿has tenido la suerte de conocer a una de estas abuelitas?
Y tú, ¿has tenido la suerte de conocer a una de estas abuelitas?
siempre recordaré esos días en los que llegaba del colegio y mi abuela me había preparado la comida: siempre, siempre me sucaba el pan con tomate, por los dos lados! Que dulce, siempre procurando por nosotras... le quiero!
ResponderEliminarQué lindos recuerdos. Estoy segura de que son esos momentos los que hacen que nuestra vida sea tan placentera. Seremos conscientes de ellos siempre y seguiremos el ejemplo siempre.
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Pues yo no he disfrutado de esas abuelas, e incluso mi madre fué justita en esos detalles, y creo que precisamente por eso a mí me gustan tanto, me parecen tan increibles, y de seguro que si llego a ser abuela los tendré con mis nietos.
ResponderEliminarBuen día.
Es una pena que no hayas podido disfrutar de personas así pero te admiro por tu firme propósito de cambiar ese hecho para con tu descendencia. No es fácil ser consciente de lo que uno ha dejado de tener y luego procurar darle a los demás aquello de lo que carecimos. Te admiro por ello ;)
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Mí mejor recuerdo con mi abuela del alma es cuando nos metíamos juntas en la cama aún en plena mañana para contarme las aventuras de su infancia! Y todos los años al empezar el colegio me regalaba los zapatos con los que pisar fuerte, decía!
ResponderEliminarPor cierto, creo que mi bebé y yo tiene concurso o algo si compartes foto de tus hijos con los abuelos
Sabía que una mami como tú ya tenía rodaje en esto de tener una buena maestra. Tu fuiste de esas niñitas que aprendió con una de esas abuelitas tan entrañables. Me alegro muchísimo por tí y por tus hijos pues han tenido una suerte enorme ;)
EliminarUn fuerte abrazo
Hola Yaneth! Yo me sorprendo cada día más de la gran cantidad de abuelas (y abuelos también, que hay muchos!) que dedican todo su día a cuidar a los nietos. Y lo hacen con una ilusión!!! Los llevan al parque, al pediatra, les dan de comer, los hacen jugar, y un largo etcétera...me inspiran mucho respeto y admiración!
ResponderEliminarEs cierto Mila, son muchísimos. Los veo día a día,de hecho hay uno que he recordado ahora muy especialmente. En el parque al que solemos ir con el peque suele ir también un abuelo con sus dos nietos gemelos!. Menudo super abuelo! y él encantado y orgullosísimo ;). Admirable!
EliminarSí, precisamente hoy quiero dedicarle un post porque se llamaba Carmen, la onomástica de hoy. Para mi mi abuela era lo mejor. Cuando yo sea abuela quiero ser como ella.
ResponderEliminarUn fuerte beso!
Qué ganas tengo de leerte!. En cuanto pueda me paso por tu blog para saber mas detalles. Por lo pronto te digo que me alegra mucho que seas de las afortunadas con una de esas abuelitas en su vida ;)
EliminarBesos
:) qué bonito
ResponderEliminarExtraño a mi mamá...
A mi al igual que a Mila, me sorprende ver a tantos abuelitos cuidando a sus nietos, hasta confieso que me pone nerviosa verles a veces correr detrás de ellos.. me parece increíble, ojalá yo tenga la suerte de poder hacer lo mismo que ellos un día
Besito :)
He tenido ocasión de contemplar y admirarme de las enormes fuerzas que adquiere un abuelo cuando está con su nieto. La presencia de estos chiquitines les da vida y les infunde una motivación especial y plena. Espero que algún día tú también puedas vivir esa experiencia ;)
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Esas abuelas entrañables...en mi Centro hay muchas. Contienen la respiración y las lágrimas delante de sus nietos y sus hijos, para ofrecerles siempre la mejor de sus sonrisas y su apoyo incondicional. Me encantan.
ResponderEliminarUn beso.
No lo dudo, estoy segura de que conoces muchas historias y a muchas de esas abuelitas tan valientes. Un fuerte abrazo a todas ellas y a ti por compartir tus vivencias ;)
EliminarAy, cómo echo de menos a mi abuela Concha! No era demasiado expresiva ni cariñosa a primera vista, pero nos cuidaba muy bien y nos quería mucho. Guardo algunos recuerdos con mucho cariño.
ResponderEliminarHas dado con un punto importante y es que no siempre se expresa el amor abiertamente pero sabemos por sus actos y sus detalles el amor que nos profesan. Un fuerte abrazo y sigue atesorando esos recuerdos porque es lo que hace que seamos tan felices ;)
EliminarNo es que haya tenido la suerte de conocer, es que la tengo jijji, como ya más o menos sabes mi viejita es un show, pero es adorable!!!
ResponderEliminarLo se, tú también eres de las personas que tiene la gran suerte de tener a una de esas abuelitas en su vida. Sigue disfrutándola como lo estás haciendo porque además tus hijos seguirán tu ejemplo ;)
EliminarBesitos
Esas abuelitas... que sin duda se desviven por sus nietos. Estoy segura de que les enseñan mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Sin ninguna duda. Adoro leer las experiencias de todas, inspiran mucha ternura con los recuerdos de sus abuelitas y todas se proponen seguir su estela ;)
EliminarBesos
Las abuelillas se derriten por sus nietos. Da gusto.
ResponderEliminarLa gran mayoría y lo corroboran muchos de los comentarios de esta entrada ;)
EliminarSiempre que veo a una de estas abuelitas, me inspiran una ternura especial, no puedo evitar acordarme de las mías, sobretodo de la que más tiempo viví con ella.
ResponderEliminarEsa nieta probablemente no reparará en lo bonito o feo del plátano pero cuando sea más mayor sí que lo hará. Yo no me olvido de las tantas y tantas cosas que viví con la mía y de esos detalles que marcaron, sin duda, la diferencia. Cómo me gustaría que mi jirafita la hubiera conocido...inevitablemente terminas haciendo muchas cosas que hacía ella.
Las abulitas son geniales!
Un post super especial, besos.
Muchísimas gracias a ti por compartir esos lindos sentimientos. El tener a personas así cerca hace que crezcamos con otra visión de la vida y de ellas mismas.
EliminarUn fuerte abrazo
Ufff...yo he tenido la suerte de tener dos súper abuelas, la paterna desgraciademente no llegó a verme comenzar en la universidad,era su sueño, sí supo queel al entraba. La segunda no llegó a conocer a mi piojo, el alzheimer, ufff...pero me quedo con todos los recuerdos que guardo de ellas, del olor a magdalenas recién horneadas que me llevaba la segunda a la salida del cole.
ResponderEliminarDe las risas por mis locuras y de un sinfín de besos y abrazos.
Lamentablemente, mi piojo sólo tiene una abuela, de la que no puede disfrutar como debería ser, es lo que tiene la distancia. Pero que lo ama con locura!!!!
besos para ti y para todas las abuelas
Qué bonitos recuerdos Elva. Es una pena que tu peque no pueda disfrutar de la única abuela que le queda. Ambos se están perdiendo de cosas maravillosas. La relación entre abuelos y nietos suele ser muy fuerte y de gran aprendizaje. Últimamente acabo siempre diciéndote que vuelvas!! ;)
EliminarBesos
Qué bonita entrada Yaneth con este entrañable homenaje a las abuelas.
ResponderEliminarYo quisiera lanzar el mensaje de que cuidemos mucho de nuestros mayores, que no merecen quedarse solos o solas después de tanto como nos han querido.
Besitos
Muy cierto Maribel. No merecen ese pago. Muchos están muy solos y es muy triste. Y tienen tanto que aportar, tantas vivencias y tanto amor.
EliminarUn fuerte abrazo
Las abuelas, creo que son unos seres completos, que viven todo lo maravilloso que no disfrutaron con sus propios hijos.
ResponderEliminarAquellas mujeres que cuidan cada detalle, como la de la frutería y otros que yo escucho por acá "le entibiaste la ropita antes de ponérsela? hace mucho frío"... por ejemplo, jaja.
Que lindo que traigas estos detalles a nuestro día a día, porque creo que jamás deben olvidarse.
Saludos.
Has dicho algo muy importante y es que realmente viven todo lo maravilloso que no pudieron disfrutar con sus propios hijos. De hecho, me atrevo asegurar que la relación, el nexo que crean con sus nietos es totalmente diferente y carente de límites ;)
EliminarBesitos
Yo tuve la suerte de tener a mi abuela Maria, la abuela más tierna , dulce y cariñosa del mundo, cunato la echo de menos, y sí, era esta típica abuelita...cada abuelita que me encuentro en mi destino, ya sea el bus, la tienda del barrio, el trabajo, la portería...esa abuelita tiene un "algo especial" parra mi y sin apenas darme cuenta las suelo tratar con un tono más afectuoso...
ResponderEliminarpor suerte, mi madre, la abuela de mi niña, es y será cuando sea más mayor(ya que ahira es muy joven) esta típica abuelita ta,bién, lo mejor para sus nietos;9
un besote!
Mi madre siempre ha tenido esos detalles también. Solo espero y deseo que pueda disfrutar de su nieto durante muchos años.
EliminarUn fuerte abrazo amiga ;)
¡Claro que sí! Tuve el gusto de conocer a mi propia abuela, a quien llamo Mamá Gelo, porque además de ser abuela, hizo las veces de madre, amiga, cómplice, compañera y al final de su existencia, los papeles se invirtieron un poco, ara como otra de mis hijas, la bañaba, le cambiaba el pañal, le preparaba su comida, le daba sus medicinas, le compraba su nieve y le ponía las novelas que a ella le gustaban...
ResponderEliminar¡Un verdadero tesoro las abuelitas! :D
Qué bonita relación. No sabes cuanto te agradezco que la compartas aquí. Es todo un ejemplo del ciclo de la vida y de amor por esas abuelitas.
EliminarUn fuerte abrazo
Es muy tierno ver el amor con el que preparan las cosas para sus nietos. Qué suerte es poder disfrutarlas.
ResponderEliminarUn besito.
Si, es una gran suerte el poder disfrutarlas. Todos deberían poder hacerlo, estoy segura de que de haber sido así muchos, de adultos, serían de otra manera ;)
EliminarBesos
Yo tuve la enorme suerte de tener una abuela así. Me esperaba con sus comidas deliciosas, con golosinas y con los brazos siempre abiertos. Me malcriaba en el buen sentido. Cuánto la extraño! Hubiera sido una maravillosa bisabuela para mis hijas, que la hubieran querido, y disfrutado tanto como yo.
ResponderEliminarBesotes!
Lo que mas me gusta de todos los comentarios que están dejando aquí es que todas somos conscientes de la enorme suerte que significa tener a una de estas abuelas en nuestras vidas. Ese es un gran homenaje! ;)
EliminarUn fuerte abrazo
Al faltar mi madre yo tengo muchísimos recuerdos de mi abuela, azada cual mejor... Sin duda
ResponderEliminarUna madre no debería faltar nunca. Me alegra que tuvieras la suerte de contar con una abuela muy especial.
EliminarUn besote
Mi abuela materna vivió siempre en casa con nosotros.. Nunca fue muy expresiva ni especialmente cariñosa, pero tampoco hizo falta... Sabía cada detalle de cómo nos gustaban las cosas a mi hermana y a mi. Nos preparaba el desayuno antes de ir al colegio.. a mi hermana le ponía el café bien calentito como a ella le gustaba.. y nunca se olvidaba de poner en mi taza antes el colacao que la leche... Cuando hacía arroz a la cubana siempre me ponía salsa de tomate por encima del arroz y del huevo, mientras a mi hermana no le ponía salsa de tomate... ¡No se le escapaba una!
ResponderEliminarDebo admitir que en este tema tengo sentimientos encontrados... Cuando leo sobre esos abuelos que llevan a los niños al pediatra, al parque, van a buscarlos al colegio,... no puedo evitar pensar en esa madre que está sufriendo por la imposibilidad de hacerlo ella... y que ve cómo día a día sus padres o sus suegros disfrutan de esos momentos que ella se pierde, y donde no hay vuelta atrás... El saber que los niños están en las mejores manos a veces no es consuelo... porque se sufre, y mucho...Sabes que es mi gran espina clavada y por lo que cada día sigo derramando mil y una lágrimas...
Felicidades a todas aquellas mamis que pueden compartir esos momentos y disfrutarlos junto a los abuelitos de sus hijos...
Las formas de expresar el amor son tantas y tan diferentes como personas somos en este mundo. Las hay mas parcas y las hay mas "sobonas" pero lo realmente cierto es que siempre sabremos cuándo alguien nos quiere y nos aprecia de verdad. En tus detalles nos lo demuestras.
EliminarIgual que decimos que todos deberíamos tener abuelas así no debemos dejar pasar el hecho de que todos deberíamos tener "madres que luego serán abuelas así". Muchos son los abuelos que disfrutan mas de sus nietos que lo que lo hicieron de sus propios hijos. Es una lástima que hoy en día esas situaciones se sigan repitiendo pues avanzamos muy poco y muy lentamente...
Besos
Una de mis abuelas, la materna, murio cuando yo era un bebe. La otra era una fanatica religiosa que lo único que queria era que me aprendiera todas las oraciones en latín, además yo era la nieta de su hijo menor y ella sólo queria al mayor porque era el mayor, para ella los segundones no tenían importancia. Así que las cosas buenas y los detalles los tenía con mis primas y a mí me tocaban las galletas rancias de nata cuando había demostrado que me sabía toda una serie de oraciones y canciones religiosas, y sólo me daba una y lo de rancias es literal, las frescas recién compradas eran para mis primas, si estabamos juntas ellas tomaban de una bolsa y luego me daba la mia de otra.
ResponderEliminarMi madre nunca fue una persona cariñosa, fue más bien muy egoista, yo soy hija única y nunca jugó conmigo, para ella jugar era hacerme planchar pañuelos y lavar los platos, mi infancia es un recuerdo inmenso de soledad sólo salvado por unos gatitos que tuve. Mi padre enviudó hace unos años y se ha echado novia, una señora que lo primero que hizo cuando le conocio fue enviar a una amiga suya a que preguntara a los vecinos de la finca de que había trabajado, que bienes tenía y que cobraba de jubilación, a los tres meses de conocerlo ya le pedía que se casaran y ha conseguido que mi padre, viviendo cerca de casa haya cortado el contacto con nosotros. He tenido que ver como mi hijo me pedía si el abuelo se había muerto y no se lo habíamos querido decir, como el abuelo prefirió ir con los amigos de la novia y no fue al cumpleaños del mayor porque había dado su palabra de que iria con ellos y que pensarian de que los dejara plantados para ir al cumpleaños de su nieto. Mi hijo no quiere ya ni ver a su abuelo y si por casualidad lo ve está muy distante. Yo he intentado hablar unas cuantas veces con él pero cuando le nombro a la señora se me tira al cuello y me dice que yo he sido una mala hija, que tuvo que pagar mi colegio y que tuvo que ir a buscar las garrafas de agua para hacer mi biberon (porque mi madre no quiso de provar de darme pecho por si se le estropeaba, eso dicho por ella) Así que le tengo que agradecer eso, cuando él antes nunca había sido así, siempre decía que lo más importante de su vida eramos yo y mis hijos.... ahora somos un estorbo.
Es triste, mi madre me enseño lo que no tenía que hacer a la hora de criar un hijo, y no lo he hecho. Ahora mi padre me ha enseñado lo que no tengo que hacer cuando sea una abueleta. Hubiera sido tan fácil salir con alguien y seguir manteniendo el contacto con la familia, pero por desgracia ni tan siquiera llama a sus nietos por telefono para hablar ni cinco minutos con ellos... ni siquiera le llamó el día de su cumpleaños para felicitarlo y los siguientes días tampoco. Como dice mi hijo, el día que se muera se dará cuenta de todo lo que se ha perdido y nosotros dejaremos de llorar por su culpa. Es una lástima.
Así que brindo por tus abuelitas y abuelitos y espero llegar a ser una de estas y no los modelos que tuve yo en casa. Un beso y que vivan las familias felices.
Tu experiencia me ha dado mucho que pensar durante todo el día. Ni te imaginas la de cosas que se me han pasado por la cabeza. Para empezar, me apena mucho que hayas tenido que pasar una infancia tan injusta y tan triste en ese sentido. Si además, desde la infancia se extiende esa injusticia hasta nuestros días la cosa no deja de ser preocupante.
EliminarEspero de todo corazón que esas experiencias y esos malos recuerdos no te afecten a la hora de educar a tus hijos. Cuando no se han tenido experiencias gratas el esfuerzo es doble a la hora de impartir lo que nadie te enseñó a hacer.
Estoy segura de que serás una abuelita ejemplar precisamente porque no querrás que otros vivan lo que tu viviste. Tienes un gran mérito, porque como he dicho el esfuerzo es doble.
Por último, te estoy muy agradecida de que hayas compartido aquí tu experiencia porque estoy segura de que no ha debido ser fácil. Recordar de esa manera debe ser doloroso.
Un fuerte abrazo y gracias, muchas gracias.
Voy a parecer un troll pero a mí me ponen de los nervios esas señoras. Si quiere darle a su nieto la fruta más estupenda, que hubiese ido antes. ¿Qué espera? ¿Que la dependienta de la frutería tenga un alijo de plátanos flamantes que no quiere sacar, no sea cosa que se vendan? Como abuelas, pues un diez pero como ciudadanas... Hala, ya podéis tiraros a mi cuello. Besotes!!!
ResponderEliminarBueno, tampoco hay que irse a los extremos, ni eres un troll ni esas señoran arman una guerra si no encuentran el plátano perfecto. De hecho tienen muchos recursos bajo la manga como para amedrentarse por algo así jajaja. Me quedo con las ganas de saber qué clase de abuelita has tenido tu... ;)
EliminarUn besazo
¡Qué tierno!
ResponderEliminarUna de mis abuelas no se quedaba tranquila hasta que no salíamos con la barriga repleta de su casa, y solía comprar para sus nietos queques pequeños de Eidetesa... Ummmm ¡qué buenos! Y la otra abuela compraba Nocilla para hacernos los bocadillos...
¡Hasta la próxima!
Que suerte haber tenido no a una sino a dos abuelitas querendonas. Con razón ha salido esa nieta tan cariñosa y especial ;)
EliminarUn besazo!