Si hasta no hace mucho les contaba que mi hijo se me asemejaba a un gran y pesado rinoceronte, por estos días la cosa ha cambiado y mucho. Ahora es como una pequeña, ágil y escurridiza ardillita, especialmente cuando se trata de alcanzarlo para ir a dormir.
Sus ojitos lo observan todo con curiosidad consciente y sus movimientos ya son los propios de una mayor seguridad en sus propias capacidades.
Mi ardillita busca mil escondrijos con tal de evitar la hora del sueño, y cuando éste llega, al parecer inexorable, se despereza y busca algún quehacer para espantarlo sin pudor. Mi ardillita trepa por las camas y se esconde debajo de las mesas o tras las puertas. Mantiene una lucha incansable, vence una y otra vez hasta que por fin cae extenuada y a deshora.
Pero mi ardillita nunca desfallece, cada día juega al mismo juego, cada día vence y cada día cae rendida hasta que sus ojitos almendrados, ojitos curiosos, sagaces y vivaces vuelven a abrirse y vuelta a empezar.
Ardillita dormilona, ardillita remolona. Y una vez despierta vuelve a ser mi pequeña, ágil y escurridiza ardillita...
Me gusta como le describes! mi pequeña se asemeja más a una cabritilla!! jejejeje. del enano mejor ni hablamos, porque es bruto bruto! jajaja
ResponderEliminarBesos.
Jajaja estoy segura de que cada niño pasa por ser muchos y diferentes "animalitos" según el momento en el que estén. Son adorables ;)
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Me encanta el símil que usas! Es un post muy tierno!
ResponderEliminarMuchas gracias Marta ;)
EliminarUn besazo
Jajaja. Qué bonito... Conmigo también era muy difícil conseguir que me fuese a dormir (y lo sigue siendo, dicho sea de paso). Un besote!!!
ResponderEliminarJajaja si, ya se que eres de las nocturnas se ve que ya pintabas maneras jajaja
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Jejeje que bonito como lo cuentas todo.
ResponderEliminarNuestros hijos nos hacen aflorar sentimientos enormes en todos los sentidos ;)
EliminarOh! debes convertirte en una mamá ardilla para poder llevarle el ritmo, jeje.
ResponderEliminarQue lindo él.
Saludos.
No lo había visto desde ese punto de vista jajaja. Pues quizás una mamá ardilla un poco oxidada aunque hice lo que pude jajaja
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Jejeje qué bonito lo cuentas Yaneth! Eso de perseguir a la ardillita te permite hacer mucho ejercicio sin tener que pagar gimnasio ;))
ResponderEliminarEn cambio por aquí Mateo empieza a pedir irse a dormir cuando se siente cansado, espero que le dure un buen tiempo jeje!
Un abrazo y feliz semana!
Lo malo es que luego lo compenso engullendo a causa de la ansiedad jaajajaja. Mi hijo solo pide irse a dormir cuando está muy muy cansado ;)
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Ya sabes que yo soy vecina de la familia ardilla, je je je,ahora también de la familia dinosauro, je je je...pero ahora que lo dices mi piojo pertenece al mismo club que tu ardillita. A veces me gustaría tener el mismo aguante de estas ardillas trepadoras, saltarinas,juguetonas....
ResponderEliminarbesitos avainillados
Lo tenemos, lo tenemos, fíjate bien. Al final nunca nos dormimos antes que ellos ;)
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¡Qué bonito post! Me gusta la dulzura de tus palabras ♥.
ResponderEliminarMuchas gracias, es la misma dulzura que él me inspira ;)
EliminarPor lo menos tu ardillita te permite estar en forma!!! Ve el lado positivo, no gastas en gimnasio y hacen ejercicios juntos... Saludos
ResponderEliminarJajaja la ansiedad que me produce a veces hacen que mis esfuerzos no sean del todo recompensados jajaja
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Jejejejeje, y a mí que me suena esta historia... ;)
ResponderEliminarMuas!
Jajajaja estoy segura de que hay muchas ardillitas por ahí repartidas ;)
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