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miércoles, 12 de junio de 2013

Miércoles Mudo: Leyendo Un Cuento

"Mucho mas importante que recomendar libros es fomentar el amor a la lectura".
Burrhus Frederic Skinner

"Mami, le estoy leyendo un cuento a la cholita  (muñeca que trajimos de Perú) para que se duerma".

lunes, 28 de enero de 2013

Mi Pequeña, Ágil Y Escurridiza Ardillita


Si hasta no hace mucho les contaba que mi hijo se me asemejaba a un gran y pesado rinoceronte, por estos días la cosa ha cambiado y mucho. Ahora es como una pequeña, ágil y escurridiza ardillita, especialmente cuando se trata de alcanzarlo para ir a dormir.

Sus ojitos lo observan todo con curiosidad consciente y sus movimientos ya son los propios de una mayor seguridad en sus propias capacidades.

Mi ardillita busca mil escondrijos con tal de evitar la hora del sueño, y cuando éste llega, al parecer inexorable, se despereza y busca algún quehacer para espantarlo sin pudor. Mi ardillita trepa por las camas y se esconde debajo de las mesas o tras las puertas. Mantiene una lucha incansable, vence una y otra vez hasta que por fin cae extenuada y a deshora.

Pero mi ardillita nunca desfallece, cada día juega al mismo juego, cada día vence y cada día cae rendida hasta que sus ojitos almendrados, ojitos curiosos, sagaces y vivaces vuelven a abrirse y vuelta a empezar.

Ardillita dormilona, ardillita remolona. Y una vez despierta vuelve a ser mi pequeña, ágil y escurridiza ardillita...

viernes, 9 de noviembre de 2012

Muchas Gracias Pajarito


Peque, vamos a dormir.
- ¡NO mami!. ¡A mimí NO!
- Vamos nené, tienes que dormir un poquito porque luego estás muy cansado toda la tarde y todo te molesta.
- ¡NO!
- Vamos chiquitín. ¿Quieres que te cante una canción?
- Si, mami, cántame una canción.
Le tarareo la canción que siempre me pide pero aún es pronto, aún no ha terminado de relajarse.

-Mami, a dormir. Te canto una canción...
Me tararea la misma canción y yo cierro los ojos y me relajo como para darle ejemplo de lo que ha de hacer. De repente, a través de la ventana se oye el canto de un pajarito. El peque enmudece y dice:
-¿Qué es eso mami?
- Es un pajarito mi vida, él también te está cantando una canción para que duermas.
El niño se queda pensativo escuchando su canto.

-El pajarito me está cantando una canción para que me duerma mami. -Me dice como para ratificar el pensamiento y el hecho.
- Si, mi cielo, el pajarito quiere que descanses.

El peque cerró los ojos y se quedó dormido arrullado por el canto del pajarito quien cesó su canto poco después de que el niño se hubo dormido... Dulces sueños mi amor...

Muchas gracias pajarito...

miércoles, 31 de octubre de 2012

Miércoles Mudo: ¡A Dormir!

¡A "MIMÍ" NO, MAMI! ¡NO QUIERO!

Pues menos mal que no quería...

"Jamás ha habido un niño tan adorable que la madre no quiera poner A Dormir".
Ralph Waldo Emerson


viernes, 29 de junio de 2012

Soñando Felices



Hoy tengo algo que contarles, es un hecho empírico, el producto de un estudio que hoy cumple algo mas de 22 meses. Un estudio sin documentar, a no ser que lo escrito en este blog sirva como tal. Y es que todas las madres, en su mayoría, somos expertas en la observación de nuestros hijos, siempre queriendo adelantarnos a sus necesidades y peticiones para tenerlos siempre bien atendidos y felices.

Ante esta circunstancia los libros escritos sobre niños nos pueden servir de guía y de ahí tomaremos consejo en función de nuestra propia realidad. Pero casi siempre sabremos por instinto o por prueba y error que no todos los consejos nos vienen bien. Y es que no solo me he basado en la observación para obtener lo resultados de mi estudio, también probamos "el método" alguna vez. Fueron sin duda los peores días de nuestra convivencia. Dramas, llantos e infelicidad y ninguna aceptación por ninguna de las partes.

Les cuento ahora nuestro hecho empírico. Nuestra realidad es que, el lugar, el momento, en el que mi hijo se siente mas feliz, mas arropado es entre papá y mamá, ya sea en la cama, en el sofá o en la parte de atrás de un coche. Es feliz con nosotros. Y me atrevo a asegurar que sus sueños mas placenteros los ha tenido mientras colechamos. 

Pero mi hecho empírico no acaba ahí, he de añadir además, que a mi me ocurre lo mismo y hablo por papá cuando digo que también. No habrá libro o guía que nos convenza de lo contrario porque este es nuestro hecho empírico, demostrado y aceptado por los tres. 


Mi hijo es feliz, es muy extrovertido, es muy vital, con mucha fuerza y carácter y mucha seguridad en sí mismo. Posiblemente ya venía en sus genes pero estoy convencida de que hemos ayudado a potenciarlo y no a limitarlo o a anularlo. Esa es la conclusión de mi estudio, y creo firmemente que es un claro indicador de que lo estamos haciendo bien aunque algunos libros digan lo contrario. Es nuestra realidad, feliz y plenamente aceptada por los tres.

viernes, 16 de marzo de 2012

Mi Pequeño Rinoceronte


A veces, mi hijo, con todo y lo pequeñito y lo delgado que es, se me figura en mi mente como un enorme y pesado rinoceronte. Especialmente a la hora de dormir su siesta. En su cruzada por encontrar la postura que le lleve al jardín de los sueños puede optar por tomar un sinfín de posiciones anacordes, y sin atreverse del todo a apoyar la cabeza y el resto del cuerpo hasta que, al final, cae vencido por fin, por el cansancio. 


Cae en un sueño profundo, sereno y placentero. Cae de repente y  tras una brusca caída en posición. Cuando esperas, llevada por la  inercia, a que retome sus vueltas y su búsqueda de la posición perfecta te das cuenta de que ya está dormido. Dormido allá en lo hondo. Donde el sol calienta, el río suena y donde se le posan los pájaros y él no siente ni cosquillas. Dormido en una rica siesta allá en la espesura de los sueños.


Mientras, mamá, mami, yo, lo observo, lo acaricio, lo beso y me maravillo por el milagro de tenerlo, por lo rápido que crece. Me maravillo por la obra más perfecta creada, por su herencia. Me entretengo buscándole parecidos, detalles heredados de la familia. Y me maravillo, me maravillo por el milagro de tenerlo.

viernes, 10 de febrero de 2012

Mientras Duerme


Son varias las veces en que les he comentado que nuestro peque suele sonreír mucho cuando duerme (y despierto ni les cuento), incluso alguna carcajada he tenido la suerte de presenciar. Pero ahora que ya sabe ponerle nombre a algunas cosas al hablar se están incorporando novedades durante su sueño

Por lo general solemos soñar con aquello que nos ha llamado mas la atención durante el día o con lo que más nos preocupa, consciente o inconscientemente. Pues bien, les pongo en antecedentes cuando les digo que la primera palabra que dijo el peque fue "mamá" y la segunda fue "calle". Le encanta salir a la calle, todas las tardes lo pide y rara es la vez que nos quedamos en casa. Suerte que tenemos un buen clima durante todo el año.

Esta semana ha sido muy fructífera en cuanto a saber lo que el peque pueda estar soñando. Me gusta verlo dormir pero es que si encima habla en sueños ya es la bomba. Verlo sonreír mientras duerme y escuchar unas pocas palabras me dan una idea de lo que le ronda por la cabeza. 

Esta semana repetía en sueños "¡Calle! ¡calle!". ¡Dios mío!, pensé, ¿es que no tiene suficiente que todavía lo pide en sueños?. Prefiero pensar que está recordando todos esos momentos en los que estamos fuera. Y hace dos noches, cuando se quedó dormido decía: "¡guau! ¡guau!". ¿De qué perro se estaría acordando?.

Me encanta esta novedad incorporada gracias a su propio avance en el crecimiento, ¡qué mayor se está haciendo!. Y ahora dime, ¿qué cosas dice tu hijo mientras duerme?.


martes, 7 de febrero de 2012

Pérdidas Innecesarias


Hace unos días me encontré con la siguiente frase de Paulo Coelho: "Cuántas cosas perdemos por miedo a Perder...". Se me ocurren muchos sentimientos de pérdida a los que asociar esta frase, es más, este tipo de frase tan genérica normalmente hace que  cada uno la interprete según lo que mas le preocupa en el momento. Yo no he podido evitar compararla con el mundo en el que estoy tan involucrada, el de la maternidad
De repente, se han agolpado en mi mente un montón de momentos que muchos pierden por miedo a perder:
  • Dormir con tu hijo: cuántos no han dormido nunca con sus hijos por miedo a "no poder sacarlo de la cama nunca mas". Ni siquiera se toman la molestia de enseñarles una pauta. No, se erradica "el problema" de raíz. Lástima, pues una vez lo pruebas, ¡quieres repetir!
  • Brazos: Negarle los brazos a tu hijo es negarte a tí mismo tanto amor, tanta ternura. ¿Por qué perder todo eso?.
  • Lactancia Materna: Si mi hijo recibió un montón de beneficios al tomar leche materna, les puedo asegurar que lo que recibí yo fue maravilloso. Esos momentos fueron solo míos y de él y no los cambiaría por nada. Ahí forjamos nuestra complicidad, nuestra pequeña gran historia.
  • Chupa: Conozco a varias personas que decidieron no dar chupa a sus hijos por miedo a no poder quitársela después. ¿Por qué anticiparse a lo que no se sabe?, especialmente cuando tu hijo lo pasa mal si no se la ofreces. Cierto es que nacen sin saber lo que es una chupa pero en ocasiones les son muy necesarias. Les calma, les relaja. Tú eres su guía y le enseñarás cómo usarla.
  • Bañarte con tu hijo: Bañarte con tu hijo es otra de los grandes momentos gratificantes. Hace poco, y con motivo de un post que publiqué se suscitaron diversas opiniones. Hubo personas que opinaban que bañarse con su hijo era algo antihigiénico. Imagino que estas personas no irán a la playa o a la piscina.  Los respeto, respeto su opinión pero no la comparto. ¡Cuántos momentos perdidos!
  • Vacunar a tu hijo: No vacunar a tu hijo implica, en mi opinión una pérdida mucho mas grande porque, además, estás jugando con su vida.

Con esto no pretendo hacer un dogma de ley, salvo en el caso de las vacunas, pero quisiera que se tomaran como sanos consejos que llevar a la práctica. Hoy en día, muchos de mis momentos de felicidad están totalmente relacionados con estos puntos. Y como el concepto de felicidad es distinto para cada uno, posiblemente estos puntos serán distintos para según quien los lea y sus circunstancias. Lo importante es que no te niegues a ti misma ni a tu hijo algo que esté en tu mano solo porque está escrito o por temores infundados. Escucha a tu instinto y olvídate de los prejuicios y los malos consejos pues estos provocan pérdidas innecesarias

domingo, 22 de enero de 2012

¡Papá, Despierta!


Hoy, como algunas tardes de domingo, nos hemos dormido la siesta los tres juntos. Mi despertar fue con el peque sobre mí, cachete con cachete. Allá, en la profundidad de mi sueño, recuerdo haber pensado: "¡Ay no!, por qué no despierta a papá primero...". No, claro que no, a papá no lo despierta ni una bomba estallando a centímetros de él. El peque ya lo ha intentado otras veces y como sabe que mami sí despierta a la primera ya viene a por mí, a lo seguro. No me importa, me encantan esos despertares cariñosos que me da.

Pero, con respecto a papá, tengo una teoría. Me resulta increíble que no se despierte cuando el peque se pega a él cachete con cachete, o cuando, viendo que no funciona, se sube encima y empieza a trotar cual jinete en un caballito, o cuando le pega en la cara con sus manitas como último intento. Intentos frustrados todos ellos dicho sea de paso. ¡Papá, Despierta!.

Y aquí va mi teoría, con base y todo, que conste que no me la saqué de la manga. Pueden leer una ampliación de la misma aquíPapá no se levanta porque sabe que mamá lo hará, siempre. Entonces, sus mecanismos neuronales se desactivan y se acaba perdiendo sin remedio (y sin culpa) en un sueño inquebrantable. Para confirmar mi teoría, he de decir que papá se levanta cuando sabe previamente que ha de ser él quien lo hará (mamá está enferma, agotada, el peque está realmente enfermito o alguna otra causa de fuerza mayor). Entonces asume la responsabilidad y va. 

Con esto, llegamos a mi segunda conclusión; qué facilidad tienen muchos hombres, y me atrevo a extenderlo al común del género después de haber escuchado un montón de testimonios de otras mujeres (¡y de los propios hombres!) para conectar y desconectar de según qué funciones o situaciones. Sin darle vueltas a la cabeza, simplemente conectan o desconectan. Admirable.

Obviamente, la teoría tiene excepciones, y mientras en unos hogares se levantan ambos padres, en otros, (los menos, me atrevería a decir) es papá quien lo hace siempre. Incluso se de casos donde se han "pactado" los turnos con premeditación y a partes iguales. 

Los casos son tan variados como hogares hay. El mío creo que ya ha quedado claro. ¿Cual es tu caso?

miércoles, 4 de enero de 2012

Cuando Hay Tormenta


Ayer fue un día extraño. Por primera vez en toda su corta existencia el peque consiguió hacerme soltar lágrimas de frustración. Para empezar, el día ya pintaba mal desde la mañana, yo creo que se fue con sueño a la guardería y  que al fin y al cabo uno no se levanta del mejor humor todos los días. El caso es que eso marcó el resto del día. En algún momento antes de que yo lo recogiera debió de quedarse dormido, lo suficiente para coger fuerzas pero no como para que fuese reconstituyente hasta el punto de ponerlo de mejor humor.

En el almuerzo comió un poco pero seguidamente cogió sus platos, el de la comida y el de la fruta y los tiró al suelo con sus contenidos incluidos. Hecho este totalmente impropio en él, he de decir. Lo regañé pero sinceramente pareció no importarle en lo absoluto. Pensé que tan poca implicación eran debidas al sueño que debía tener, pues en la guardería se les pasó comentarme que el niño ya había dormido algo. Así que, estando así las cosas, me dispuse a llevarlo a dormir. Craso error. 

Desde la cuna gritaba, tiraba las chupas, a todos y cada uno de sus muñecos y hasta después de toser por el esfuerzo consiguió vomitar parte del almuerzo. Vamos, que hizo acopio de todas sus armas. Tanta y tan seguida sucesión de armamento creo que fue lo que me descolocó, uno tras otro hicieron aparición y mi mente no pudo o no supo asimilarlo en ese momento. Estaba totalmente confusa buscando una explicación a tanto escándalo. Normalmente soy mas reflexiva, paciente y comprensiva pero hay días en que una está mas cansada que otros y simplemente no sabes reaccionar ante las circunstancias. Y ayer no supe, me bloqueé. Me ofusqué en tratar de hacerlo dormir y él en empeñarse en que no lo haría en su cuna. 

Para cuando llegó papá del trabajo, ya casi a las cinco de la tarde, nos encontró a los dos llorando, cada uno por su motivo y los dos porque a pesar de todo no nos gustan ese tipo de situaciones y ante todo queríamos estar juntos. Papá me llevó a nuestra cama para que descansara y se fue con el peque a su cuarto y a hablarle con ternura explicándole todo. Al final, ambos nos dormimos con sus dulces palabras y por el aire nuevo y fresco que supuso su llegada, con calma, con temple y sin saturación.

Al despertar, el peque y yo nos buscamos con desesperación y pasamos una hora en el sofá acostados, pegaditos y bien abrazados, como pidiéndonos perdón mutuamente por nuestra obcecación. Espolvoreados de vez en cuando por los besos de papi que fingía hacer sus cosas mientras nos observaba con atención. Y ya, mas tarde, decidimos salir los tres a dar un paseo para renovar los aires y despejar las mentes. ¡Qué bien nos sentó!

Hoy me siento algo desgastada por el mal rato de ayer pero en paz por la feliz conclusión, feliz por tener al peque y muy, muy feliz por tener a papi. Y tampoco dejo de pensar en que, por la noche, me llamó un amigo que en esto de los hijos ya tiene algo mas de experiencia, pues ya tiene el tercero en camino, que me dijo; ¿y por qué si veías que no se dormía simplemente no cogiste su cochecito y te lo llevaste a dar un paseo? seguro que se hubiera dormido por el camino y todos felices. 

Era tan fácil, pero simplemente me obcequé y el peque también. De alguna manera ocurrió lo que nunca ocurre, en algún punto, nuestra cabezonería, la mía y la suya heredada de mi, fue conjurada para chocar el mismo día, a la misma hora, en el mismo lugar y lo mas importante, entre nosotros dos. 

Durante los malos momentos, en el fondo de mí, no dejaba de pensar en si nuestra relación se resentiría después de ese quebranto pero luego me quedó claro que no, nos hemos unido mas, hemos visto de cerca lo que es alejarnos el uno del otro tan solo un poquito y no nos ha gustado nada.

Ahora pienso en abrir mi mente y en encontrar posibles soluciones a situaciones como esta. ¿Me ayudas?

martes, 3 de enero de 2012

El Pijama Más Calentito


Yo mentando a los Reyes Magos y van y aparecen. Y es que por lo visto este año se han anticipado y ya han pasado por casa. Esta noche, el peque ha dicho su primera "frase", bueno, ya saben, ha conectado varias palabras dándole un significado global, sin verbos. La alegría viene acompañada de algo de vergüenza por nuestra parte pues el pobrecillo, o hablaba o se asfixiaba.

Nunca hemos sido de esos padres superprotectores con el niño, no lo hemos abrigado en exceso ni nada de eso pero siempre hay una primera vez aunque sea inconsciente. Y es que en nuestro viaje, le trajimos al peque un pelele, calentito pensamos. He de decir que vivimos en una isla en la que por lo general no tenemos estaciones muy marcadas. "La isla de la eterna primavera" la llaman. 

Por esta época está haciendo algo de fresquito y como al peque le da por quitarse los calcetines y destaparse durante las noches, pensamos mi marido y yo que el pelele arriba expuesto (pues me he tomado la molestia de buscar el mismo modelo y todo, digo yo que para amortizarlo porque no creo que se lo volvamos a poner), sería de gran utilidad a la par que apropiado y muy a tono con estas fechas. 

Total que se lo pusimos hace dos noches y el peque no paraba de remangarse las mangas hasta los codos y si por él fuera, más arriba, pero salvo eso fue una noche normal. Pero anoche, cada vez que lo llevábamos a su cuarto a dormir se mostraba muy despierto y señalaba para fuera. Pensamos que estaba desvelado pero la cosa se empezó a poner color de hormiga a medida que pasaba el tiempo pues normalmente sobre las nueve y media ya está durmiendo y ayer nos dieron las once. 

Un poquito antes de las once volvimos a hacer el intento de llevarlo a su cuarto, lo tenía en mis brazos y empezó a hablar y yo lo cortaba y le decía que no eran horas de hablar sino de dormir (que vergüenza). Al final me dijo, "Mamá...", en este punto decidí seguir la conversación y le dije: "Qué...", a lo que él me respondió "Mamá, el nené...allá" y se señalaba a su pijama y luego hacia la sala. Pensé que lo que quería era dormir con nosotros y le dije que lo llevaba un rato a nuestra cama pero que luego tendría que irse a la suya. Una vez allí, él se remangaba las manguitas de nuevo y fue cuando lo entendí. Le cambiamos el pijama por un dos piezas y no le pusimos los calcetines. ¡Dios mío! qué felicidad. Se frotaba sus pies, se los cogía con las manos y finalmente se quedó dormido frotando uno de sus pies contra la cama con una sonrisa (otra vez, qué vergüenza), todo esto en dos minutos (lo de mi vergüenza está durando bastante mas).

Después de asumir lo que había pasado me dio por leer la etiqueta del pijama. Tengo que decir, por cierto, que nuestro peque, para haber nacido en pleno agosto nunca ha tolerado demasiado el calor, enseguida se acalora y pide estar fresquito. Pues bien, un poco gruesito si que es el pelele y por lo demás nada fuera de lo normal, salvo algo que me llamó la atención; entre otras cosas decía "Flame Resistant" (Resistente al fuego). ¿Qué demonios significa eso?¿que si se incendia el peque ahí dentro el pijama sobrevive?¿que si hay un incendio en casa lo único que se salvará será el pijama?.

Mi hijo es un fan confeso y evidente de los camiones de bomberos pero está claro que este tipo de uniforme le haría desistir de tal vocación.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Insomnio Para Quien?


Para hoy tenía pensado buscar un hueco y sentarme a escribir relajadamente mi siguiente entrada sobre nuestro viaje a NY pero, leyendo las noticias mientras desayunaba, me he encontrado con una nota de prensa que ha conseguido indignarme, justamente hoy que ya venía de pasar una mala noche.

El titular de la nota en cuestión dice lo siguiente: "El 51% de los bebés que sufren insomnio duermen en los brazos o en la cama de sus padres". Con este titular raro es que no me saliera humo por las orejas. Y es que, dejando claro que no todos los niños son iguales estoy totalmente convencida de que para la gran mayoría de ellos el dormir con los padres sería su estado ideal. Mi hijo generalmente duerme en su cuna pero si alguna vez se desvela, o le cuesta conciliar el sueño o simplemente porque cualquier día nos apetece dormir todos juntos no ponemos ningún problema en compartir cama. La alegría desbordante que muestra el peque cuando está entre nosotros es conmovedora y aún mas, es precisamente en esas ocasiones cuando el peque duerme muchas mas horas y ni el hambre lo despierta.

Como he dicho, hace poco que acabamos de llegar de un viaje donde los tres hemos pasado muchísimo mas tiempo juntos y tras la llegada, una vez superado el cansancio y el jet lag, el peque ha decidido que quiere seguir pasando mucho tiempo con nosotros. Es decir, anoche no quería dormir en su cuna. Después de mucho batallar al final ganó él la partida y durmió como un bendito, se los puedo asegurar. ¿Quien sufrió de insomnio? ¡Yo!. 

¿Insomnio para quien?. Así es, anoche, la única que no durmió fui yo. Me desperté porque el peque casi me tira de la cama y la espalda me dolía por su constante peso, pues apoya todo su cuerpecito sobre mi para tener un mayor contacto. 

En cuanto al estudio, reconozco que no debe ser muy cómodo para un bebé dormir en los brazos de los padres, claro que tampoco conozco a ninguno que haya dormido toda una noche en esa posición, ni padres que la sostengan. Por lo que a mi respecta, estoy de acuerdo en que dormir en un lugar inadecuado puede producir insomnio pero está por ver que el lugar inadecuado sea la cama de los padres. Y que conste que nuestra experiencia se basa en días puntuales pero tampoco he escuchado muchas quejas de los padres que practican el colecho.

Como he dicho, en todo caso el insomnio lo sufren los padres. De hecho, ¿acaso nadie ha oído hablar de la agotadora lucha por evitar que los niños duerman con los padres? ¿No es precisamente porque a los niños les encanta y existe un verdadero pánico a que luego no logremos sacarlos de la cama y hacerlos volver a sus cunas?. 

No se qué tipo de muestra han tomado para hacer el estudio pero está claro que, al menos yo y gran parte de mi entorno, vivimos otra realidad.


martes, 6 de diciembre de 2011

Cuando No Es Tan Obvio


Esta noche, es una de esas noches en las que el peque se ha despertado ya tres veces en menos de dos horas. Hasta hace unos días no entendíamos lo que le sucedía, pensábamos que eran los dientes, que parece que están queriendo salir ahora todos juntos, también llegamos a pensar que podría tener terrores nocturnos o incluso puro cuento por querer salir a la sala con nosotros para seguir pasando la velada juntos. Pero, ¿qué hacer cuando no es tan obvio?.

De todas las cosas que nos podíamos imaginar, nunca, nunca, pensamos en lo mas obvio. Hambre. Nos lo dejó claro cuando, hace unas noches, se despertó unas cuantas veces y terminamos por llevarlo a la cama con nosotros y allí no paró de dar vueltas. Justo esa noche había cenado un montón así que por mi cabeza ni pasó que el niño pudiese seguir teniendo hambre, hasta que, en vista de que no conseguía conciliar el sueño, se me ocurrió la brillante idea de ofrecerle un poco de agua. En cuanto vio el agua empezó tal berrinche que nos costó sus buenos quince minutos para apaciguarlo y no lo hizo del todo hasta que vio el biberón. Comió con tanta avidez que parecía que no había comido en días. ¡Qué vergüenza sentí!. No paraba de pensar en cómo no fui capaz de darme cuenta de que mi hijo tenía hambre.

No siempre es hambre, a veces es el dolor de encía el que le hace perder el apetito o simple desgana, hay noches en las que nosotros los adultos también nos acostamos sin cenar porque simplemente no nos apetece. No es tan fácil comprender lo que les pasa. No es tan obvio. Hoy creemos tener la solución pero mañana quizás el problema es otro. Sé que estos momentos son de transición, con los dientes sin salir no puede comer como él quisiera (y como yo quisiera que lo hiciera), y hasta que no aprenda a expresar lo que siente nos toca tratar de adivinarlo y a él cogerse un berrinche de vez en cuando de pura frustración.

Mientras escribo, papi le ha dado el biberón al peque y se lo ha llevado a nuestra cama para dormir juntos, estoy segura de que dormirán como angelitos los dos, quiero decir, los tres, porque allá voy yo también...Felices Sueños...

¿Qué haces tú Cuando No Es Tan Obvio?

viernes, 2 de diciembre de 2011

Rituales De Adormecimiento Infantil



Hoy, me he dedicado a investigar un poco sobre algo que tenía pendiente desde hace mucho tiempo. Y es que mi peque, desde muy chiquitín tiene la costumbre de coger sus orejitas, las nuestras, o las de quien pille cuando tiene sueño. Ese hábito, ese ritual, nos ha permitido saber en todo momento cuándo está cansado y tiene sueño (ojalá fuera igual cuando tuviera hambre). 

Son muchas las veces en que otras madres nos hacen notar la suerte que tenemos con sus avisos pues no siempre es fácil identificar lo que te está queriendo decir el niño. La verdad es que yo no le había dado mucha importancia pero ciertamente nos ha resultado muy útil. Pues bien, me he dedicado a indagar un poco y me he encontrado con que éste tipo de hábito forma parte del ritual de adormecimiento para pasar del estado de vigilia al estado de sueño. Otros niños, por ejemplo, necesitan su muñeco preferido (los famosos "objetos transicionales"), chuparse el pulgar o balancearse en la cama.

Al parecer, durante el segundo año de vida del niño comienzan a aparecer mas dificultades a la hora de conciliar el sueño ya que están mas excitados ante el nuevo campo de posibilidades que se presentan ya a su alcance. Es mas, incluso he leído que el ansia y la excitación es tal que los niños ponen todos los medios a su alcance para quedarse despiertos. Y  aquí he encontrado la respuesta a lo que hemos venido notando en casa desde hace una semana, pues a la hora de dormir, el peque muestra signos tener sueño pero pareciera que luchara contra eso. Nos está costando todo un triunfo conseguir que se quede dormido en las noches.

Es por ello que, para estos casos y como norma general, nos dan algunos consejos; evitar horarios irregulares, los ambientes ruidosos  y agitados, y la sobreestimulación del niño. Sobre los efectos de los horarios irregulares he hablado anteriormente en "La Vecinita Del Primero Nunca Sonríe".

Muchas veces, incluso poniendo en práctica estos consejos, como es nuestro caso, no es fácil conseguir que el pequeñín se duerma, pues su curiosidad y sus ganas de seguir investigando es tal que hacen hasta lo imposible por mantenerse despiertos. Luego, cuando realmente quieren conciliar el sueño recurren a aquello que mas les ayuda y que con el tiempo se convierte en un hábito o en una manía. 

¿Tienen sus hijos algunas manías o Rituales De Adormecimiento Infantil a la hora de conciliar el sueño?.


sábado, 26 de noviembre de 2011

Dulces Sueños Mi Amor


Se acaba de dormir mi pequeño. Lo he sabido como si fuese yo misma la que entrara en fase de sueño profundo. 

Hoy estaba cansado, ha tenido un día muy largo. Hasta nos ha ayudado con la compra en el supermercado. Desde dentro del carrito nos pasaba los productos para que los pusiéramos en la cinta de la caja registradora. Qué serio y qué concentrado estaba, y no se dio por vencido ni con las cosas mas pesadas. Después se empeñó en empujar el carro hasta el coche (guiado por nosotros, claro) y luego, de vuelta a dejar el carro en su sitio. Qué carita de satisfacción por el trabajo realizado tenía, por habernos ayudado y formar parte activa del trío que somos. Qué orgullosa estoy de él. 

Hoy estaba cansado, ha tenido un día muy largo y ha hecho todo lo que estaba en sus manos para dormirse pronto. Estaba entre mis brazos, encendí su estrellita musical y ahí empezó su ritual. Se lleva su manita a la orejita y canturrea un "aaaaaahhhhhhmmmmmmmmm"... Al poco rato, la chupa adquiere vida propia y comienza a moverse a lo "Maggie Simpson", y luego,  he notado cómo su cuerpo se iba relajando poco a poco, sus bracitos, sus piernas, su cabecita, y todo él...

Lo he acostado en su cuna y le he puesto sus calcetines para que no pase frío (es la única manera de que se los deje puestos). Le he tapado y lo he vuelto a besar por enésima vez en el día de hoy. Me he quedado un rato observándolo mientras dormía y, como si lo supiera, en sueños me ha brindado una preciosa sonrisa.

Dulces Sueños Mi Amor...