lunes, 21 de enero de 2013

La Culpa

"La Culpa". Óleo de Barbaro Toranzo Gordillo
La maternidad trae consigo muchas cosas inesperadas y digo inesperadas porque aunque te hayan hablado de ellas y realmente las "esperes" lo cierto es que tu forma de vivirla, tu experiencia, será única y especial, de eso no tengas ninguna duda. 

Tu vida cambia, no creo que sea adecuado tampoco decir si a mejor o a peor. Yo diría mas bien que es diferente, completa, llena. Antes de la maternidad quizás no fueras consciente de que te faltaba algo pero lo cierto es que cuando eres madre muchas veces te sorprendes a ti misma preguntándote cómo has podido vivir todo este tiempo sin tu hijo. Yo pienso que todo tiene su momento.

Paralelamente y en estos tiempos que corren, hay algo que también viene aparejado a la maternidad y es la culpa. No recuerdo nunca antes en mi vida haber recibido tantas presiones de mi entorno, cercano o lejano eso da igual, el hecho es que son presiones que impiden en muchas ocasiones, demasiadas, que puedas disfrutar de tu maternidad.

Al comienzo nuestra inseguridad y nuestro desconocimiento hacen que nos sintamos no solo perdidas sino culpables. A este respecto me resulta muy idónea aquella afirmación de que la culpabilidad es una invención cultural, es inexistente en tanto que cada uno tiene su circunstancia y su naturaleza. Por no olvidar el hecho de que, desde Eva en el paraíso, las mujeres hemos ido arrastrando esa culpa generación tras generación.

Hay presiones por todo; si das o no el pecho, si coges o no a tu hijo en brazos, si le das chupete o no, si lo llevas a la guardería o se queda contigo en casa, colecho o no colecho y un largo etcétera. Realmente, al principio te sientes tan perdida que no atinas a nada. Todo es nuevo y todos opinan. 

En la mayoría de las ocasiones no es solo una la respuesta correcta. Cada hogar, cada familia y sus componentes son muy diferentes de los demás, lo que a unos les va bien a otros no les sienta. En cuanto comencé a sentirme mas segura, y esto lo consigues conociendo a tu hijo y a base de la experiencia que te concede el tiempo junto a él, por fin pude ver las cosas con algo mas de claridad y tomé dos decisiones inmediatas; 1) Estar siempre informada de tal manera que consiga tener mi mente abierta aceptando además los consejos como lo que son, consejos, los tomas o no en función de tu conveniencia. 2) No dejar que nadie tome las decisiones por mí, nadie mejor que yo conoce a mi hijo y si cometo un "error" será mío y no el de otra persona ajena a mi hogar y que carece de toda la información que los que vivimos en dicho hogar poseemos.

Después de eso me siento cada día mas libre de culpa.

jueves, 17 de enero de 2013

Te Quiero Mucho Mami


Nunca olvidaré la vez en que mi hijo dijo su primera palabra, en su caso fue "Mamá". Reconozco que no salió de la nada, todos le animábamos a decir mamá o papá indistintamente. Supongo que a base de tanta repetición al niño "solo" le quedó escoger cual diría. 

Con el tiempo la cosa cambia, entran muchos mas factores en juego, nuestros hijos van adquiriendo mas autonomía y son muchos mas los frentes que tenemos que abarcar para ayudarles en su aprendizaje. Pero ¿qué hay de los sentimientos?. ¿Qué pasa cuando ya no se trata de repetir una palabra sino de enseñarles a expresar un sentimiento?. Y aún mas, ¿cómo les enseñamos a "sentir" ciertos sentimientos?. Desde ya se los digo, el ejemplo es el mejor camino.

Hace algunas semanas llegaba de la guardería con el peque, de repente, ya en casa, me abrazó con mucha fuerza y me dijo: "¡Mi mami!". Era como si se alegrara muchísimo de verme, como si con esas palabras quisiese decirme todo lo que siente por mi y su apretón demostraba con su fuerza la cantidad inmensa de emoción que quería transmitir. Yo me quedé pensando en ello y por lo visto él también. Mas tarde, ya en su cama y listo para dormir, el peque me abrazó de nuevo con mucha fuerza y me dijo: "Te quiero mucho mami". Mi corazón lloró de alegría, qué inesperado y qué grandioso.

Tengo la satisfacción, el orgullo y la dicha de decir que desde entonces lo repite casi todos los días. Y he de reconocer que le he dado algunas vueltas al asunto. Yo nunca le expliqué expresamente lo que significaban esas palabras aunque sí se las hemos dicho constantemente mientras lo abrazábamos y lo besábamos (y lo seguimos haciendo claro). Me sorprende lo bien que ha entendido el mensaje y me maravilla porque eso significa que lo estamos haciendo bien, que hemos sabido transmitírselo, que es feliz y que nos quiere tanto como nosotros a él. Inmensamente.

miércoles, 16 de enero de 2013

Miércoles Mudo: Amo Mi Cama Rica







"Amo Mi Cama Rica"

"El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices".
Oscar Wilde

lunes, 14 de enero de 2013

La Buena Música


La Buena Música siempre ha estado presente en mi vida desde que tengo uso de razón. Cada nota, cada tema se han ido entretejiendo colándose a través de muchos momentos de ella, a través de las situaciones y de todas las personas que han formado parte de mi vida. Por eso la música es tan importante, porque son pedacitos de vida. Y ti ¿cómo ha sido tu contacto con la buena música?. Pincha en la imagen para leer la entrada de hoy en "De Mujer A Mujer"...

viernes, 11 de enero de 2013

La Primera Profesora

Muchos y muy variados son los métodos de enseñanza existentes y muchas y muy variadas son las opiniones que existen al respecto. Casi tantas, estas últimas, como padres hay. Unos opinan que la enseñanza tradicional es lo mejor, otros prefieren dejar fluir el yo interior de sus hijos a su tiempo y a su propio ritmo, otros opinan que la mejor educación se las pueden dar ellos mismos y así un largo etcétera.

Personalmente creo que la influencia del método escogido afectará  en mayor o en menor medida según las edades. Realmente, cuando hablamos de bebés creo que son tantas las cosas y los conceptos que hay por aprender que sinceramente, lo mas importante no es el método sino el amor con el que se imparte. De nada sirve escoger el mejor método cuando el profesor que ha de impartirlo no lo hace con cariño, por ejemplo.

Mi intención no es hablar sobre los métodos de enseñanza, ni tan siquiera sobre la edad adecuada para ellos. Quisiera hablar sobre ese primer profesor. Esos primeros profesores tan queridos y luego tan olvidados, pues los niños son aún tan pequeños que con el tiempo acaban perdiendo ese recuerdo.

Quisiera mantener ese recuerdo en mi hijo, el de su primera profesora, aquella que además sintonizó tan bien con él que hoy aún no la ha olvidado a pesar de que ella ya no está en la guardería

Sandra, la primera, la que nos sigue llamando a casa preguntando por él y que lo añora a pesar del tiempo transcurrido. Siempre serás su primera profesora y muy querida. Queremos que sepas que fuiste parte importante del desarrollo del pequeñín en ese momento, que contribuiste a formar esa base sólida que está adquiriendo simplemente haciéndolo tan feliz, con todo lo que ello implica. Así, tan sencillo y tan difícil de conseguir. Te estamos  inmensamente agradecidos.

Gracias a ti y a todas las "Sandras" que están repartidas por el mundo, esos primeros profesores que hacen de su trabajo una gran labor y que a la vez hacen de nuestros pequeñines unos seres tan GRANDES.

Su profesora desde que cumplió un año hasta que cumplió los dos añitos.