viernes, 16 de diciembre de 2011

NY: Peques Y Viajes


En menos de una semana de viaje nuestro peque ha dado un salto enorme en su aprendizaje. Siempre he sabido que se aprende mucho viajando pero nunca pensé que tendría una constatación tan clara y en tan poco tiempo. La curiosidad por todo lo nuevo y la cantidad de horas que el peque permanece despierto supongo que hacen que haya avanzado a pasos agigantados.

Esta semana está siendo todo un caos en cuanto a rutinas y horarios se refiere, nunca comemos ni dormimos a las mismas horas.  Es  más, las comidas son totalmente diferentes y el tiempo destinado al descanso es mas bien escaso. Nuestros días son largos y agotadores y, por suerte o por desgracia, como en toda gran ciudad los trayectos para ir de un sitio a otro son largos. Algo a lo que nosotros no estamos nada acostumbrados. Con lo cual, nuestro peque hace sus pocas siestas en el coche. 

Tal y como comenté en "New York, New York", esta ciudad está llena de luces todo el tiempo pero especialmente por estas fechas. Y tal y como esperaba, para nuestro peque ha sido un foco de constante atención. Le faltan ojos para poder empaparse de todo. La frase de la semana ha sido: "¿¿Y eso que es??", dicho en su media lengua, señalando y con cara de asombro. Ha aprendido a pedir comida (las horas se nos van tan rápido que alguna vez se nos ha pasado su hora de comer), y a decir : "frío". También nos ha brindado algunas escenas escabrosas fruto del cansancio y de su reivindicación de independencia.

Aquí es un turista mas, y no quiere trato preferente salvo en la cantidad de tomas al día, quiere caminar como todos los demás, un plato y un tenedor como el de los adultos y la misma comida que los adultos. Y nada de partirla en trocitos pequeñitos, no señor, él también quiere dar grandes mordiscos.

Tan acostumbrado está a que sea yo, su mamá, la que le de de comer y lo acueste a dormir que, cuando tiene alguna de estas necesidades, lo tengo ya pegado a mi reclamando lo que le corresponde. Y pensar que algunos lo llaman mamitis, no, es simple asociación de ideas y que mamá es mamá por supuesto, ahí si que pueden "llamarme egoísta" con total libertad.

Definitivamente, el ser humano tiene una capacidad de adaptación suprema, incluso desde su mas tierna infancia, lo se porque en medio de todo este caos de horarios y viajes nuestro pequeñín ha sido un ejemplo perfecto de ello. Peques Y Viajes no son incompatibles.


5 comentarios:

  1. Que bien por lo visto se ha portado como un hombrecito, muy bien , muy bien, y además claro que quiere estar con su mama, como que somos lo más importante de éste mundo, a mí en casa me siguen a todas partes mi hijo, mi marido y la perrita. Es supergracioso. Por cierto mi sueño sería viajar a NEW YORK.... me encantaria, podrías contar algo más de la ciudad ?? Saludos.

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  2. El peque esta siendo todo un campeon, nos ha sorprendido gratamente. Ah!y no te preocupes, escribire sobre NY cuando lleguemos a casa, pues aun estamos de viaje y no dispongo de mucho tiempo. Por no hablar de este teclado americano que me impide poner las tildes y las ñ con facilidad ;)

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  3. Totalmente de acuerdo contigo en la facilidad que tienen los peques de amoldarse a los cambios.Sigue disfrutando de tu viaje, en breve también cogemos nosotros el avión.
    besitos

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  4. que lindo lugar ese para los chicos, lleno de legos, es para estar toda una tarde, la pasan re lindo, lo dificil era pedir comida, yo no queria que les caiga mal algo que nunca comieron pero por suerte estuvo todo bien

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    1. Sí, la verdad es que la ciudad ofrece un sinfín de opciones para los peques (y para los adultos). En cuanto a la comida es inevitable que haya un cierto descontrol cuando se está de vacaciones pero lo bueno es que se puede encontrar de todo para los peques ;)
      Un Saludo y gracias por visitar este blog ;)

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