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jueves, 16 de febrero de 2012

Perú: Primeros Días


Ya estamos en Perú. Llegamos hace cuatro días. Días que parecen escurrirse de entre los dedos. Qué rápido se pasa el tiempo cuando uno se lo está pasando tan bien. 

Las doce horas de avión fueron largas, eso es innegable pero el peque parecía entender por qué estábamos allí y que además era temporal. Desde tan temprana edad tiene claro que su sitio favorito en un avión es al lado de la ventana y a ser posible sobre mamá, desde ahí tiene mejor vista. Durmió un par de siestas, jugó con sus coches, jugó con las azafatas y todo con total normalidad. No me podía creer que yo pudiera estar leyendo y el peque al lado entretenido con sus coches. Y mas aún cuando el libro que tuve la suerte de escoger resultó ser fabuloso.

No es broma cuando les digo que a las 5 de la mañana salíamos de casa y él tenía colgada ya su mochilita a la espalda (llena de cochecitos para jugar por el camino) y no paraba de apurarnos diciendo: ¡Vamos! ¡Vamos!. 

Al llegar a Perú tuvimos el mejor de los recibimientos, unos abuelitos amorosos y deseosos de volver a ver a su nieto y un clima ideal que contrarrestaba ampliamente con el frío del que veníamos. Desde entonces, papá no ha dejado de esmerarse en su empeño de que conozcamos todo, desde los sitios donde ha estado, pasando por la universidad donde estudió y dándonos a probar sus comidas tan ricas. A todas partes vamos todos como el grupo indivisible que formamos ahora. Grandes días, inolvidables días.

domingo, 12 de febrero de 2012

De Viaje


Nos vamos. Si en nuestro anterior viaje regresamos a donde papá y yo nos conocimos, esta vez nos vamos a conocer el país donde nació papá, sus lugares, su familia, sus amigos, ¡sus comidas!. Ni el peque ni yo hemos ido antes así que será la primera vez para ambos. No lo teníamos previsto pero ha surgido así. De repente nos hemos visto en medio de un caos de preparativos para tres semanas de viaje. Lo bueno es que nos alejamos de este frío intenso para llegar a donde el sol se ha ido de vacaciones. A Perú.

Este año nos quedaremos sin disfrutar de los carnavales y el disfraz del peque se quedará ahí sin estrenar. Lástima, pero tampoco nos quejamos. Estamos deseando llegar y pasar unos días con los abuelos, que estoy segura de que cuentan hasta los segundos para ver a su nietecito querido. A nosotros también, pero el peque es el sol que todo ilumina.

En menos de nada estaremos de camino. De las primeras cosas que hice cuando me enteré de que nos íbamos de viaje fue comprarle al peque algunos coches y entretenimiento "nuevo" para las 12 horas de vuelo transoceánico que nos esperan. No hago mas que rezar para que el avión no vaya lleno y poder sentar al peque en un asiento (al menos durante el tiempo en el que esté sentado) porque si no, esas 12 horas van a ser las mas largas e incómodas de la historia, al menos de la mía.

Intentaré escribir algo desde allí aunque no dispondré de mucho tiempo y disculpen de antemano si no puedo hacerles un seguimiento como es debido.

Por último, les dejo con una canción de Gloria Estefan que me encanta y que además viene muy apropiada para el viaje que estamos a punto de emprender.


¡Besos y nos vemos pronto!


domingo, 11 de diciembre de 2011

New York, New York


¡Nos vamos de viaje! ¡¡Sí!! No veo la hora de salir, desconectar y volver con energías renovadas. Y no solo eso, es el primer viaje largo de nuestro peque y además, iremos a donde nos conocimos papi y yo (algún día contaré nuestra historia). Qué ganas tengo de enseñarselo todo y recordar con papi tan lindos momentos. Quien nos iba a decir que casi 10 años después volveríamos con uno mas en la familia.

Por otro lado, estoy muy preocupada porque el peque se nos vaya a enfermar con los cambios de temperatura. Todavía no he empezado a hacer las maletas y por ahora todo lo que se me ocurre meter son todas las medicinas que pueda necesitar, ¡hasta la de los chichones!... y abrigo, mucho abrigo. Si es que ya es preocupante que tu hijo se enferme pero si encima te pilla en otro país a mi al menos me añade mucha inseguridad. 

Con tanto preparativo he tenido que dejar para la vuelta lo del árbol de navidad. Allá a donde vamos siempre hay luces pero por estas fechas aún más, así que espero que cuando coloque nuestro arbolito no quede empequeñecido, ni que el peque se lance sobre él como hace cuando pasamos por una de esas tiendas de los chinos que los tienen en la puerta y todos iluminados.

Los abuelos han querido estar con el peque todos los días, lo echarán mucho de menos, estoy segura. Aún no nos hemos ido y ya lo extrañan, y eso que no estaremos mucho tiempo fuera. No se si el peque lo notará porque estaremos bastante ocupados, queremos volver a ver a tantos amigos que dejamos allí, ir a nuestros sitios preferidos y a otros nuevos y a los de obligatorio paso. Son tantas las cosas que queremos hacer que no se si nos dará tiempo de todo.

Espero poder escribir algo en el blog desde allí. En cualquier caso, las echaré de menos durante este breve tiempo desde New York, New York...