Hace unos días me encontré con la siguiente frase de Paulo Coelho: "Cuántas cosas perdemos por miedo a Perder...". Se me ocurren muchos sentimientos de pérdida a los que asociar esta frase, es más, este tipo de frase tan genérica normalmente hace que cada uno la interprete según lo que mas le preocupa en el momento. Yo no he podido evitar compararla con el mundo en el que estoy tan involucrada, el de la maternidad.
De repente, se han agolpado en mi mente un montón de momentos que muchos pierden por miedo a perder:
- Dormir con tu hijo: cuántos no han dormido nunca con sus hijos por miedo a "no poder sacarlo de la cama nunca mas". Ni siquiera se toman la molestia de enseñarles una pauta. No, se erradica "el problema" de raíz. Lástima, pues una vez lo pruebas, ¡quieres repetir!
- Brazos: Negarle los brazos a tu hijo es negarte a tí mismo tanto amor, tanta ternura. ¿Por qué perder todo eso?.
- Lactancia Materna: Si mi hijo recibió un montón de beneficios al tomar leche materna, les puedo asegurar que lo que recibí yo fue maravilloso. Esos momentos fueron solo míos y de él y no los cambiaría por nada. Ahí forjamos nuestra complicidad, nuestra pequeña gran historia.
- Chupa: Conozco a varias personas que decidieron no dar chupa a sus hijos por miedo a no poder quitársela después. ¿Por qué anticiparse a lo que no se sabe?, especialmente cuando tu hijo lo pasa mal si no se la ofreces. Cierto es que nacen sin saber lo que es una chupa pero en ocasiones les son muy necesarias. Les calma, les relaja. Tú eres su guía y le enseñarás cómo usarla.
- Bañarte con tu hijo: Bañarte con tu hijo es otra de los grandes momentos gratificantes. Hace poco, y con motivo de un post que publiqué se suscitaron diversas opiniones. Hubo personas que opinaban que bañarse con su hijo era algo antihigiénico. Imagino que estas personas no irán a la playa o a la piscina. Los respeto, respeto su opinión pero no la comparto. ¡Cuántos momentos perdidos!
- Vacunar a tu hijo: No vacunar a tu hijo implica, en mi opinión una pérdida mucho mas grande porque, además, estás jugando con su vida.
Con esto no pretendo hacer un dogma de ley, salvo en el caso de las vacunas, pero quisiera que se tomaran como sanos consejos que llevar a la práctica. Hoy en día, muchos de mis momentos de felicidad están totalmente relacionados con estos puntos. Y como el concepto de felicidad es distinto para cada uno, posiblemente estos puntos serán distintos para según quien los lea y sus circunstancias. Lo importante es que no te niegues a ti misma ni a tu hijo algo que esté en tu mano solo porque está escrito o por temores infundados. Escucha a tu instinto y olvídate de los prejuicios y los malos consejos pues estos provocan pérdidas innecesarias.
Me encanta, Yaneth! YO también he disfrutado mucho de todo lo que comentas. Aunque debo reconocer que nunca me he bañado con mis hijos, pero no por nada, sino porque no se me ha ocurrido! Igualmente para mí la hora del baño fue y sigue siendo un momento muy bonito, de juegos y complicidades, sobre todo ahora que se bañan los dos enanos juntos!
ResponderEliminarRespecto a lo de dormir con ellos: mi hija jamás quiso dormir con nosotros de bebé, nunca, y lo bien que me hubiera venido más de una noche. El peque, en cambio, se pegaba como lapa y me encantaba dormir con ese cuerpecito caliente a mi lado; pero llegó un día en el que no dormía nadie, pero nadie nadie, creo que ni siquiera él, así que le pasamos a su cuna, sin traumas. Pero realmente recuerdo esos momentos en los que dormí junto a él como algo maravilloso.
Ahora la mayor tiene unas pesadillas terribles y todas las noches, sobre las 6, se pasa a nuestra cama: me gusta!!! :) Pensé que jamás iba a conseguir dormir con esta enana tan independiente, jajaja.
Besitos, y perdona por el rollo que te he metido.
Perdona dice, pero si me ha encantado!. No hay dos hermanos iguales verdad?. Siempre escucho cosas así, suelen ser muy distintos entre sí y así se les quiere también. Un besote guapa y no me cansaré nunca de felicitarte por esa linda familia que tienes ;)
EliminarEstos son los artículos que me gusta leer, los que cuestionan mitos, los que son valientes y gritan "¡pues yo lo he hecho y me ha ido fenomenal!".
ResponderEliminarUn saludo!!!
Para saber cómo nos van las cosas en nuestro embarazo y otras reflexiones sobre crianza: Diario de un cacahuete
Visto así, se puede decir que con este post he salido del armario jajaja. Un saludo!
Eliminarcuantas cosas maravillosas se pueden perder antes de tiempo... espero que muchas mamás lo sigan haciendo, porque no se arrepentirán. me ha gustado mucho esta entrada!!
ResponderEliminarbesos
Gracias Jesús, yo también espero que muchas escuchen a su instinto en vez de a los malos consejos ;).
EliminarBesos
A veces nos dejamos guiar más por "el que dirán", que por la intuición. Madres, abuelas, amigas, vecinas, maestras... opinando alrededor desde que nacen nuestros hijos. Hay que ser muy fuerte y muy segura de una misma para terminar haciendo lo que se nos da la gana, lo que pensamos que es lo mejor. Pero cómo vale la pena intentarlo! En definitiva siempre creo que si nos equivocamos es mejor que sea por decisiones propias y no ajenas.
ResponderEliminarBesos!
Hay que tener confianza, saber observar a tu hijo para saber lo que necesita y eso te dará la seguridad para romper esos prejuicios. Por cierto, yo también he creído siempre que si hemos de equivocarnos que sea por nuestros propios errores y no por los ajenos. Un saludo! ;)
EliminarDesde que nacen???? Ojalá!!!
EliminarOpinan desde que saben que estás embarazada, o peor aún... desde antes!
Si, Edna, para bien o para mal o eso es cierto ;)
EliminarCuánta razón en tus palabras Yaneth; el miedo es una palabra muy sencilla de nombrar pero con un arrastre inmenso a la pérdida de futuros...
ResponderEliminarSe puede perder por no elección, pero nunca está justificada una pérdida por miedo. El miedo sólo te impide avanzar en los misteriosos descubrimientos que la vida nos ofrece.
Cierto Débora, cuántas cosas nos perdemos a causa del miedo, bien lo has dicho, nos impide avanzar. Un besazo!!
Eliminarpues yo ahora mismito ésta frase la asocio directamente al trabajo, porque es lo que más me preocupa en este mismo momento, sin embargo todos los puntos que has dicho en referencia a la maternidad han sido 100% ciertos. Besitos.
ResponderEliminarSuele ocurrir, lo asocia uno a lo que mas le preocupa en el momento. Espero que en cuestiones laborales estés bien ya que, por lo que veo, tienes tu cuota de maternidad superada!! jajaja. Un besote!!
EliminarNada como fluir en el instinto y olvídarse de los prejuicios y los malos consejos. Comparto plenamente que hay mucho que perder por miedo a perder. hay que atreverse mas!!!
ResponderEliminarcariños
Sí!!. Cambiemos el mundo! jajaja. Un besote Elisa, espero que tu peque está ya recuperada y tu algo mas descansada. Besos
EliminarMe acabo de dar cuenta que no me he perdido de nada de esto por miedo en mi maternidad, porque hemos Dormido con ellas sólo cambiando una por otra por 8 años ya, las hemos tomado en brazos cuanto hemos querido y ellas lo han pedido,han lactado felizmente la primera 16 meses y la segunda 20 meses y si no fuera por mi espalda seguiríamos mucho más,chupa la grande no quiso (y mira que lo intenté) y la chica lo tomo y lo dejo cuando quiso (de los 3 a los 7 meses), bañarnos juntos, pues ya te lo he dicho es lo mejor del mundo y seguimos, y las vacunas todas las que te brinda el estado gratuitamente en el esquema obligatorio de vacunación y las opcionales que el pediatra recomienda siempre.
ResponderEliminarHEY!! soy una mamá sin miedos, o muy rebelde?? jeje
Un abrazo y me encantó el post
Eres una mamá tierna, cariñosa, feliz y orgullosa de su familia. Te felicito por haberte saltado también todos esos prejuicios. Un fuerte abrazo y muchas gracias por compartir un pedacito de tu vida. ;)
EliminarHe vivido cada uno de los momentos que describes y no me arrepiento de ninguno, he disfrutado de cada uno y pienso seguir disfrutando muchos de ellos. En cuanto a la chupa, el piojillo primero no la quiso, ahora la adora,será él quien decida dejarla, como en su día decidió dejar de mamar.
ResponderEliminarbesitos
Se nota cuándo hay mamis felices alrededor. Todos esos momentos compartidos, ese dejar fluir, ese seguir el instinto se ve reflejado en todas nosotras y nuestros pequeñines. Un besote!!
Eliminarme ha gustado mucho Yaneth...¡qué frase más cierta!
ResponderEliminarYo he metido a mis hijos en la cma cuando he querido o ellos lo han pedido, les he dado el pecho, los tres han tenido chupe, y me he bañado con ellos!! No me he perdido nada de eso...y la verdad, no les ha pasado nada...son felices, y yo tb...pelín chalada pero feliz.
Jajaja hay que estar un pelín chalada en esta vida también, y más si eres feliz jajaja. Qué importa lo demás?! ;b. Besos
EliminarMuchas veces nos anticipamos y no nos permitimos disfrutar de la vida ni de nuestros hijos por miedo a...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, excepto con el chupete. Este es una imitación de plástico de la teta de mamá, y por tanto es la teta y no el chupete el que necesitan. Como habrás imaginado nosotros no se lo pusimos, si quería chupar a la teta y tan contentos. Claro está que luego cada uno hace lo que quiere y si se trata de un niño de biberón que necesita chupar pues lógicamente adelante con el chupete.
Un abrazo
El mío cogió el chupete cuando estaba dejando la teta, definitivamente cumple su función según las circunstancias, y el bebé claro. Muchas gracias Carol!. Besos
EliminarYaneth, una algunas veces cae en los ritmos de otros y puede caer en los consejos inadecuados o en el que dirán. pero dejarse llevar por la sincronía que se de con el hijo es infinitamente mejor.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, Pamela, ese instinto es básico. A veces, sobretodo cuando somos novatas, nos dejamos llevar por algunos consejos que no nos ayudan nada. Lo mejor llega cuando adquirimos confianza y nos damos cuenta de que con nuestro instinto y cordura podemos hacer muy bien las cosas ;). Besitos
EliminarNo puedo estar más de acuerdo contigo en todo lo que planteas. Y lo malo es que al final volvemos la vista atrás y nos damos cuenta de que esas oportunidades que dejamos pasar nunca más volverán a darse.
ResponderEliminarEs cierto Silvia, no suelen volver a darse esas oportunidades y lo que es peor nunca sabremos lo bien que se siente de haberlas aprovechado. Un besito ;)
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